El 19 de octubre del año 2020 fue una jornada grande para la movilidad sostenible en Madrid. Ese día su servicio de bicicleta pública, Bicimad, rozaba los 80.000 abonados, un número que mantendría con pequeños altibajos hasta la primavera del año siguiente. La desescalada posterior al confinamiento ayudó a que muchos madrileños redescubrieran cómo era moverse en bici por la ciudad y se dieran de alta en un servicio que existía desde 2015.
El pasado 30 de junio, la capital perdió todos los nuevos usuarios que se habían ganado durante la pandemia. Ese día se contabilizaban poco más de 61.700 abonados a al sistema, después de un mes aciago para esta oferta de bicicleta pública durante el que casi 3.000 abonados se han bajado del sistema, acelerando una caída que es constrante desde hace un año y que se ha dejado por el camino a más de 18.000 personas que decidieron dejar de pagar todos los meses por circular en Bicimad por la ciudad.
En el Ayuntamiento de Madrid no han dado todavía una explicación sobre la caída en picado de usuarios. A finales del pasado año, justificaban el descenso por “alto componente estacional” en el uso de Bicimad. Una respuesta que ahora, con la llegada del buen tiempo, no se podría aplicar.
En la Empresa Municipal de Transportes (EMT), la compañía municipal a través de la que el Ayuntamiento ofrece el servicio, sus responsables achacan al “teletrabajo” las últimas cifras, según transmitieron esta semana a representantes de Más Madrid en una visita. Todo ello pese a que el mayor ascenso histórico en el número de abonados tuvo lugar, precisamente, cuando más intensa era esta modalidad laboral, en la primavera y el verano de 2020.
En Más Madrid creen que las razones de la caída son otras y apuntan a la poca fiabilidad de las bicicletas por falta de personal que se encargue de sus reparaciones. Este jueves tres de sus concejales visitaron las cocheras de Fuencarral, donde la EMT almacena cientos de bicicletas averiadas, a la espera de reparación en sus talleres. Su número ronda las 900, de las que buena parte consideran que pueden ser irrecuperables.
“Si no se reparan las bicicletas, la gente se termina yendo”, asegura Esther Gómez, edil de Más Madrid que acompañó este jueves a Rita Maestre durante su visita a la EMT. “No hay gente suficiente en el servicio de reparación”, denuncia, “porque se ha aumentado poco a poco la plantilla, pero otros compañeros se han ido, así que se están acumulando los aparatos sin reparar”.
El día anterior, la concejala de la oposición publicaba varias imágenes de estos aparatos defectuosos, cubiertos con lonas.
Más Madrid explica que varios camiones movieron las bicicletas para “esconderlas” de cara a la visita de la oposición y fueron acumuladas por cientos en un campo de fútbol situado dentro de las instalaciones. La portavoz del partido lo denunciaba después en este vídeo.
El Ayuntamiento responde que, actualmente, el número de bicicletas en la calle es el máximo que permite el sistema (2.964 aparatos) y que su disponibilidad esta semana era del 100%. Con la instalación de candados en las ruedas traseras y la compra de nuevas bicicletas, el área de Movilidad consiguió remontar el pasado otoño una falta de efectivos que llegó a dejar el 40% de las bicicletas fuera de juego por vandalismo y retrasos en las reparaciones ante la falta de personal.
A la vez, el departamento que dirige Borja Carabante saca pecho de las 90 estaciones inauguradas en su mandato, que no han servido para aumentar el número de abonados, como muestran las estadísticas que indican descensos desde junio del año 2021. Las cifras, sin embargo, están muy lejos todavía de las que muestra el otro gran servicio de bicicleta pública en España, el de Barcelona. El Bicing -su nombre oficial- cuenta allí con 132.785 abonados, 7.000 bicicletas y 519 estaciones diseminadas por la ciudad.
Revolución en Bicimad antes de las elecciones
Con el objetivo de intentar alcanzar datos similares, extender el servicio a los 21 distritos de la ciudad y cambiar la tendencia descendente del servicio, el equipo de Almeida aprobó hace unos días la municipalización de Bicimad, destinada a superar los límites del contrato de servicios actual y también hacer borrón y cuenta nueva de todo el sistema.
Cuando se completen los trámites burocráticos, Bicimad crecerá hasta las 8.250 bicicletas (750 de ellas en reserva) para casi triplicar la actual flota, según los detalles del contrato, todavía en licitación y gracias a los fondos NextGeneration de la Unión Europea autorizados para Madrid por el Gobierno de Pedro Sánchez. El plan del consistorio es que haya al menos una estación por distrito y su número se multiplicará de las 258 paradas a las 620 previstas a partir de la municipalización.
La idea del área de Movilidad es que el despliegue esté iniciado antes de las elecciones municipales del año que viene, pero el desarrollo del 100% del contrato licitado por la EMT se extenderá al año 2025. Como paso legal previo, el Ayuntamiento espera poder completar la municipalización en otoño y empezar a desplegar las nuevas bicicletas, que convivirán un tiempo con las actuales hasta que las sustituyan por completo. ¿Cuántos abonados quedarán para ese momento en Bicimad?