Novedades importantes en el proyecto urbanístico en la Ermita del Santo. El área de Urbanismo ya tiene listos sus cambios sobre la ventajosa recalificación iniciada en el primer mandato de Almeida, que incluirá -como ya se avanzó- una rebaja de alturas y también en la edificabilidad.
El departamento que dirige Borja Carabante enmienda el proyecto del anterior delegado, Mariano Fuentes (Ciudadanos) poniendo los 23 pisos como máximo de alturas en el ámbito, frente a los 28 inicialmente proyectados. Además, reduce la edificabilidad en 6.200 m2 (de 73.200 m2 a 67.000 m2) y aumenta la superficie dedicada a equipamientos, que pasa de 4.265 m2 a 6.380 m2.
Los detalles han sido desvelados a la vez que el anuncio de que el proyecto pasará por la comisión del área este mismo mes y será aprobado en el pleno de finales de abril. Todavía queda por conocer algunos datos básicos como con cuántas plazas contará el aparcamiento previsto en la zona, que se mantiene, y el número de metros cuadrados dedicados a vivienda libre, que no ha sido comunicado.
“Este nuevo proyecto es el resultado de un proceso de escucha a los ciudadanos”, aseguran fuentes del área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, que inciden en el aumento del porcentaje de pisos protegidos: en el nuevo proyecto pasan del 26% al 29%, aunque no se cifra cuántas de las 548 viviendas confirmadas serán destinadas a este fin. “Damos satisfacción a las alegaciones por parte de los vecinos, que nos pedían una menor altura de las torres y una menor edificabilidad”, explicaba Carabante este lunes.
Otro cambio importante es que habrá un modelo de vivienda no previsto, la protegida con precio máximo, “que pasa a ser el mayoritario de la vivienda de protegida en este espacio”, explican las mismas fuentes.
Los anuncios del Ayuntamiento han sido de momento recogidos de forma negativa por los vecinos agrupados en la plataforma contraria al plan, que piden la retirada al completo del plan. “El Ayuntamiento de Almeida ha decidido ignorar el rechazo frontal de los vecinos y continuar con el pelotazo. Gobiernan para enriquecerse entre ellos. Seguimos en pie”, han escrito en X.
También han indicado desde la plataforma vecinal que de momento “desconocen” el proyecto y que es algo que “nos imponen”.
Una larga operación con capital venezolano
Detrás de esta operación está la empresa Espacio Ermita SL, una sociedad de capital venezolano que, con distintos cambios, fue constituida hace 21 años y tiene como administrador único a Alberto Enrique Finol Galué.
La operación de La Ermita se cocina desde la época de Ana Botella al frente de Cibeles, cuando se planteó la primera propuesta de recalificación para uso a residencial, con una primera exposición del proyecto a información pública, un par de meses antes de las elecciones. Pero la llegada a la alcaldía de Manuela Carmena truncó los planes. En el año 2016, el gobierno de Ahora Madrid descartaba el plan hasta lograr “una ponderación adecuada y suficiente de las necesidades públicas del entorno y de la adecuada combinación y equilibrio de los usos”.
Con Almeida en la alcaldía y Ciudadanos en el área de Desarrollo Urbano, la idea se retomó en el año 2020 y se hizo pública en 2022, con importantes plusvalías para sus impulsores. El proyecto fue rápidamente calificado como “pelotazo” al quintuplicar el valor de los terrenos gracias a los cambios previstos. Ahora, con los cambios, el proceso aún se prevé largo: hace dos años la memoria del proyecto preveía que las obras de urbanización y edificación estuvieran completadas a partir del año 2030.
Carabante asegura que una vez aprobado el nuevo proyecto, las obras podrían arrancar “antes de que finalice este año para convertir una zona que ya está en decadencia, que se encuentra degradada por la falta de actividad económica en ese terreno comercial en un nuevo entorno más sostenible y amigable”.