Revolución en el plano de transportes ferroviarios para Madrid. Renfe Cercanías ha lanzado este mes de diciembre una nueva versión, vigente desde este domingo, que cambia por completo la estética de las últimas décadas y añade algunos elementos ajenos a la red pero útiles a la hora de situarse para los ciudadanos.
Renfe explica que el nuevo mapa “incluye soluciones gráficas que mejoran la usabilidad incorporando elementos geográficos y pictogramas”. Es llamativa la aparición del río Manzanares, que también añadió hace años el Metro de Madrid en su plano y que sirve al ciudadano para ubicarse mejor en la abstracción que suponen las líneas rectas del diseño.
También se ha representado, en gris y de forma suave, el anillo verde ciclista y otro carril bici al norte. Renfe lo ha hecho, asegura, para promovar “la intermodalidad y el transporte ecológico”. Otros elementos geográficos que aparecen son la Casa de Campo o el monte de El Pardo.
En cuanto al diseño formal, el mapa prescinde de la gran O que dibujaban las líneas de Cercanías para estirar este círculo hacia el noroeste. Y coloca en su centro la estación de Chamartín, que gana presencia en detrimento de la de Atocha, lugar que antes se pintaba con la misma relevancia y que ahora pierde la negrita para quedarse con la tipografía del resto de paradas.
Con respecto a cambios funcionales, aparece una nueva línea rosa, la de los trenes Civis que unen Chamartín con Guadalajara. Este color había desaparecido hace justo un año, con la reorganización de las líneas de Cercanías y la eliminación de la línea C-3a. Por otro lado, se consolida la desaparición de la conexión de la C-10 hasta el Aeropuerto de Barajas, que se queda en Chamartín con respecto al maña de 2023. Sí que se mantiene este enlace a través de la C-1.
Este es el plano anterior de Cercanías, vigente hasta esta semana: