Polémica en la reforma de la plaza de Olavide, que aunque estará terminada en primavera va añadiendo elementos que son recibidos de mejor o peor grado. La llegada de las nuevas luminarias ha causado perplejidad entre algunos usuarios de este punto de encuentro del distrito de Chamberí, especialmente porque llegan para sustituir las históricas farolas fernandinas que alumbraban el lugar hasta ahora.
La alerta la daba la asociación de vecinos El Organillo, con un tuit en el que avisaban que pedirían explicaciones al concejal de distrito, Jaime González Taboada.
La asociación vecinal cree que deberían permanecer las farolas antiguas y por ello ha registrado una pregunta en el próximo pleno de Chamberí: “¿Puede el señor concejal explicar el motivo por el que han retirado las farolas de la plaza de Olavide y donde se han llevado?”, dice la pregunta que le dirigirán este jueves 18 de enero.
El área de Obras y Equipamientos, responsable de los trabajos que estos días incluyen la retirada de las fernandinas aún presentes en la plaza, defiende su reforma y explica que las nuevas farolas son de alta eficiencia energética, con báculos LED modelo City Soul, “con una cabeza circular que dirige muy bien la luz”, explican fuentes municipales a Somos Madrid. Son similares a las que también se han colocado en las reformas de Joaquín Costa, Ortega y Gasset, Doctor Esquerdo o Gran Vía.
También añaden que las farolas fernandinas no son originarias de la plaza, que nació después de la demolición del mercado municipal de Olavide que ocupaba casi todo el espacio, en el año 1974. Entonces se pusieron farolas contemporáneas y solo una reforma posterior trajo las del modelo fernandino.
“El Ayuntamiento pone farolas de tipo clásico en aquellos lugares donde corresponde, espacios que tienen normalmente un alto valor patrimonial. En el caso de Olavide, estamos hablando de una obra en el ensanche de Madrid, en una plaza que nace a principios del siglo XX y a la que se da la configuración actual hace unos 50 años”, apuntan desde el área de Obras.
Las nuevas luminarias, elegidas por técnicos municipales, quieren dar “un aspecto moderno, diáfano”, a la vez que usan una potencia de luz adecuada, más eficiente que las fernandinas, para no molestar a los vecinos ni generar contaminación lumínica, añaden en el consistorio.