“Por fin vuelve a tener agua”. La noticia la daba el viernes la asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio (McyP), por sorpresa y sin que el propio Canal de Isabel II hubiera avisado de que volvía abrir la llave de paso de su fuente más antigua, aquella que inauguró la propia reina en 1858 para poner en marcha el sistema de agua potable que desde entonces lleva su nombre. De momento, el surtidor funciona en fase de pruebas, según fuentes vecinales.
La Fuente del Lozoya, erigida como adorno del primer depósito del Canal, suelta agua desde ese día agua desde el cántaro sostenido por la figura masculina que hace de alegoría del río. Toda una sorpresa para los paseantes de esta zona de Bravo Murillo en la que hacía muchos años que no se oía el rumor del preciado líquido traído desde la sierra de Madrid.
De momento, la fuente se puede disfrutar desde el otro lado de la valla. Su puesta en marcha y la apertura al público de este entorno es una de las reivindicaciones de asociaciones como Parque Sí y Corazón Verde Chamberí, que llevan años solicitando al Canal que devuelva el esplendor a su monumento de mayor valor. Durante el Paseo de Jane de 2018, que discurrió por diferentes instalaciones de la empresa regional de aguas, la petición fue in situ.
La Fuente del Lozoya fue ideada por el ingeniero Juan de Ribera, que pensó en una fuente a modo de arco del triunfo frente al Primer Depósito del Canal. En el centro se colocó la escultura alegórica del Lozoya, el río del que la empresa tomó sus aguas, obra de Sabino Medina de Peñas. De su cántaro se distribuye el agua a través de varios caminos de rocas hasta el estanque, de forma semicircular. Al Lozoya lo flanquean sendas esculturas de mujeres, también alegoría de la Agricultura y de la Industria. La primera la esculpió Andrés Rodríguez y la segunda José Pagniucci.
El Canal de Isabel II fue inaugurado un 24 de junio de 1858 con presencia de la reina, del gobierno y del arzobispo de Toledo. Cuentan que Bravo Murillo -expresidente y principal impulsor del proyecto- también acudió al evento pero que tuvo que hacerlo disimulado entre el público por no haber sido invitado oficialmente. Habían pasado seis años desde su destitución.