La actividad del mercado del alquiler ha vuelto con fuerza después del confinamiento más severo. Las dos primeras semanas con la actividad comercial operativa han tenido como consecuencia la publicación de cientos de anuncios de alquileres en los portales inmobiliarios. El que más volumen concentra, Idealista, ha visto desembarcar más de 800 desde el inicio del confinamiento, de los cuales más de 400 han aparecido en los últimos siete días.
Las cifras son importantes y siguen la tendencia de otros distritos como Centro, donde el desembarco de pisos de alquiler se cuenta por miles y encabeza una tendencia extendida por toda la ciudad en cuanto a la oferta de pisos para arrendar: más de 3.500 anuncios de alquiler de pisos han sido publicados en el citado portal inmobiliario.
Pese a que durante la pandemia llegaron al mercado chamberilero numerosos pisos procedentes del alquiler turístico, el perfil ahora ha cambiado o, al menos, no se ofrece como antes un alquiler de temporada: las perspectivas para el mercado turístico son muy pesimistas para 2020 y muchos han optado por pasarse al alquiler a largo plazo hasta que vuelva el mercado, algo que todavía no tiene fecha y que se antoja lejana.
El ascenso ha coincidido con la vuelta al trabajo en Madrid de las inmobiliarias, que durante la mayor parte del confinamiento tuvieron obligación de cerrar las oficinas pero que durante la última semana podían abrir sus instalaciones con cita previa. Desde el pasado lunes operan con normalidad aunque con restricciones de aforo y medidas de distancias de seguridad, visitando pisos con mascarillas y otras medidas de higiene, ante las precauciones que obliga la contención de la pandemia de Covid-19.
Muchas se dieron de baja en estos servicios online durante la cuarentena y ahora que pueden volver a su actividad suben a las plataformas los pisos que gestionaban antes y los que les han ido llegando durante la cuarentena.
¿Cómo afectará la abundancia de anuncios inmobiliarios en los precios? Todavía es una incógnita, pero la realidad económica de muchas personas ya está tirando de los precios a la baja en Madrid. «Muchos inquilinos nos están pidiendo rebajas en las mensualidades porque están en ERTES o en otras situaciones difíciles», advierten a este periódico desde Apimonteleón, una de las inmobiliarias que trabaja con carteras de pisos en Malasaña y Chamberí. «Y muchos propietarios están accediendo, porque prefieren conservar a su inquilino ingresando un poco menos», a la vez que detalla bajadas de hasta 300 euros en una mensualidad inicial de 1.200.
Lo que de momento no se mueve es el mercado de compra-venta. Los inversores todavía prefieren esperar a ver la evolución de un mercado que todavía se está reactivando y al que la pandemia y la incertidumbre sobre el futuro puede pasar factura.