El parque de Chamberí que más quejas genera entre las familias del distrito ha vuelto a registrar un accidente de gravedad. Hace unos días, una niña de siete años se tropezó con uno de sus bordillos metálicos mientras jugaba y golpeó su cabeza sobre el pequeño anfiteatro de cemento situado justo al lado.
El impacto provocó la rotura de sus gafas y que estas se le clavaran en la sien izquierda, provocando una herida por la que sangró abundantemente, relata su familia en conversación con Somos Chamberí, que llevó inmediatamente a la herida al centro de salud y después al hospital. Allí le pusieron siete puntos de sutura.
El accidente fue grave, aunque pudo haber sido todavía peor -explica la familia de la afectada- pues el traumatismo craneoencefálico le provocó mareos y vómitos, además de dificultades para dormir.
“No sé si están esperando a que de verdad se produzca una desgracia”, lamenta el padre de la víctima de un diseño deficiente, denunciado por las familias en repetidas ocasiones. A principios de año, Somos Chamberí se hizo eco de otro grave suceso provocado por los bordillos cortantes, que desfiguraron la cara de otra vecina. “Pusieron unas gomas que por un lado se despegaron y por otro fueron arrancadas”, recuerda el padre ahora denunciante. “En dos semanas desaparecieron”, recuerda.
Desde entonces se producen accidentes de forma periódica y hace no mucho un niño se rompió una tibia en este espacio, que las personas que utilizan el parque José Luis Sampedro consideran que debería ser “un espacio seguro para los niños”, sin trampas como las que han provocado los últimos incidentes.
Por este motivo, algunas familias llevarán su protesta este jueves al último pleno del año en la Junta de Chamberí, para exigir a los políticos su compromiso de arreglar los elementos peligrosos. “A ver si conseguimos que de las palabras se pasen a los hechos”, confían.