Los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), el principal agente contaminador que sufren los madrileños, han bajado notablemente durante el primer año de funcionamiento de Madrid Central. No solo en el distrito Centro, donde se aplican las restricciones, sino también en 21 de las 24 estaciones de medición de la capital, según un informe de Ecologistas en Acción, que ha ido publicando informes de seguimiento mensuales y hace ahora un resumen anual.
La estación de Cuatro Caminos, la única existente en los límites de Chamberí, ha bajado en 2019 un 16% sus niveles medios de NO2 con respecto a la media de los diez últimos años. Se ha pasado de los 44 µg/m3 (por encima de los 40 µg/m3 recomendados como máximo por la UE) a los 37 µg/m3, dentro de los niveles más tolerables. La otra estación más cercana al distrito, la de Castellana, también baja un 15% gracias a una reducción hasta los 33 µg/m3. En este cuadro se encuentran todos los datos:
Como se aprecia en el cuadro publicado por Ecologistas en Acción, la polución media por NO2 ha descendido un 11% en toda la ciudad y baja en 21 de las 24 estaciones de medición. Solo sube en Ensanche de Vallecas (un 3%) y en Juan Carlos I (un 9%) aunque la situación sigue siendo grave en dos estaciones que acumulan todavía niveles de contaminación muy por encima de los tolerables: Plaza Elíptica y Escuelas Aguirre, con 54 y 51 µg/m3 cada una de media, respectivamente.
El informe (aquí, en PDF) registra dos partes bien diferenciadas en cuanto a los efectos de Madrid Central: por una parte los dos primeros meses del año, en los que todavía no se multaba a los infractores por accesos indebidos al área de circulación restringida. A ello se juntó que apenas se registraron lluvias y viento. A partir de marzo y con el inicio de las multas a mediados de mes se aprecia un claro descenso en la contaminación por NO2 en toda la ciudad, como muestra el gráfico situado en la cabecera de esta información.
La contaminación acumulada durante el mes de noviembre es sensiblemente menor que el resto de la serie histórica, debido a las intensas lluvias registradas, algo que no ha sido la tónica habitual durante este 2019, que en datos medios está siendo el tercero más seco de la década, como muestra otro de los gráficos del informe. La lluvia es un factor meteorológico fundamental para ayudar a la dispersión del NO2.