Después de semanas de debate, el Ayuntamiento de Madrid ya tiene un plan para aumentar el espacio para los veladores en la vía pública. Su Comisión de terrazas de hostelería y restauración publicó el pasado jueves la resolución por la que se regirán las aperturas de estas instalaciones en Madrid desde el momento en el que sea posible, cuando la capital alcance la fase 1 de la desescalada. Y entre las novedades más destacadas figuran las de relajar las restricciones para pedir licencia de terraza en aceras en las que actualmente no estaba permitido, además de habilitar espacios en las calzadas como superficie útil para bares.
Los locales de restauración con licencia de terraza podrán solicitar colocar sus veladores sobre las bandas de estacionamiento si no existe una barrera de protección para acceder a ellas y está justificado para cumplir con las medidas de distancia de seguridad impuestas por el estado de alarma. Los bares y restaurantes que no dispongan de licencia de terraza podrán solicitarla también para los aparcamientos “conforme a los criterios contenidos en esta Resolución”, explica el texto de la norma al que ha tenido acceso el periódico Somos Chamberí (aquí, en PDF).
Para instalar la terraza en los aparcamientos, será necesario que cada local coloque una “plataforma provisional y desmontable a nivel de la acera delimitada con una barrera física perimetral abierta hacia la misma”, comenta la resolución, que añade que estos elementos de protección permanecerán fijos en la calle durante la vigencia de la licencia. Para que se conceda, tendrá que estar autorizado por los supuestos que incluye la ordenanza, será necesario informe previo del área de Medio Ambiente y Movilidad, además de una autorización expresa del concejal de distrito donde se ubique el local.
Además, el Ayuntamiento de Madrid ha accedido a las peticiones de algunos hosteleros, que solicitaban instalar terrazas en calles cortadas al tráfico temporalmente, como sucede en otras capitales europeas. La Comisión incluye esta posibilidad en su resolución: “Podría valorarse su instalación con carácter temporal (los sábados, los fines semana, etc.) y condicionada siempre a la peatonalización de la calle o zona, o a la celebración de algún acontecimiento especial compatible con este tipo de instalaciones”.
Esta medida no se aplicará sobre las calles cortadas al tráfico en Madrid para los paseos del fin de semana, según indica el texto: “Quedan excluidas de esta previsión las calles que formen parte de la Relación de cortes temporales de tráfico en fin de semana y festivos para facilitar la distancia social COVID-19”.
En calles peatonales y junto a las fachadas
La resolución aprobada interpreta el actual articulado de la normativa de terrazas vigente y considera que las calles peatonales con aceras inferiores a 5 metros también son ahora hábiles para instalar terrazas “siempre que permitan el paso de los vehículos autorizados por una banda de anchura mínima de 3,50 metros y siempre que cuenten con elementos protectores”, reza el texto.
En general, los criterios para conceder nuevas licencias se relajan y el criterio que se va a tener en cuenta es que siempre exista “una zona libre de paso de 2,50 m, sin quiebros ni obstáculos”. Pero para calcular el tamaño de una terraza, que actualmente no puede ocupar más del 50% de ancho disponible, “se considerará que la anchura de la acera se cuenta desde la línea de bordillo hasta la fachada de la edificación, incluyendo posibles zonas ajardinadas, parterres, zonas terrizas o similares, o cualquier obstáculo, mobiliario urbano y arbolado”, reza la resolución. Para calcular la anchura también contarán como acera los carriles bici que discurran por espacios peatonales.
La resolución de la Comisión de terrazas también hace más laxos los criterios para colocar estos elementos junto a fachadas, sin necesidad de contar con permiso de la Comunidad de Propietarios del edificio, salvo que el local quiera colocar elementos como toldos o tarimas. Asimismo, las terrazas “podrán extenderse a lo largo de la totalidad del edificio en el que se encuentre y de sus edificios colindantes”, en lugar de reducirse, como hasta ahora, a sus dos locales colindantes. En este caso el único límite que se pone es que si se instalan sombrillas tendrán que permanecer cerradas mientras la terraza no esté ocupada para “no perjudicar la visibilidad de los comercios” alrededor de los que se coloque.
El espacio para terrazas también se ampliará -como ya se había anunciado- en zonas terrizas, además de admitirse la ocupación en las orejas construidas en muchos cruces de calles de distritos como Chamberí para mejorar la visibilidad. Se colocarán “en las intersecciones de las calles que no dan frente a la fachada del establecimiento (en la curva), únicamente con mesas y sillas”, explica la resolución municipal. Lo que parece que no será posible es que se coloquen altavoces en los veladores, algo que avanzó la vicealcaldesa Begoña Villacís pero que días después fue matizado por la concejala Silvia Saavedra.
Todos los locales interesados en pedir las ampliaciones de superficie para sus licencias o instalar terrazas por primera vez deberán efectuar su solicitud de forma electrónica, cuando el Ayuntamiento habilite un canal especial para tal efecto. Las medidas previstas por el Ayuntamiento estarán vigentes hasta el 31 de diciembre de 2020 “sin perjuicio de que la Comisión de Terrazas de Hostelería y Restauración amplíe la vigencia de las medidas de apoyo de carácter extraordinario”.
La resolución no hace ninguna referencia a si estas medidas son aplicables o no en las áreas catalogadas como Zonas de Protección Especial Acústica (ZPAE) y que en Madrid afectan a todo el distrito Centro, además de algunas de Chamberí y Tetuán. Villacís aseguró a los vecinos hace diez días que no habría ampliaciones de terrazas en estos espacios.
Las asociaciones vecinales expresaron al Ayuntamiento que estaban en contra de que las terrazas ocuparan más espacio del que actualmente tienen en las aceras, además de rechazar que alargaran sus horarios, algo que el Ayuntamiento ya ha aprobado. Algunas sí que se mostraban favorables a que se expandieran a los aparcamientos, de manera que se pudiera liberar espacio en las aceras para los peatones.