Una acera más grande en Guzmán el Bueno gracias al entendimiento
Este lunes, como sucede desde hace varias semanas, los estudiantes del colegio Decroly entrarán con más seguridad y amplitud al colegio. Lo podrán hacer gracias a las obras de ampliación de acera que acometió el Ayuntamiento de Madrid durante las navidades, después de varias semanas de tira y afloja que acabaron con el entendimiento de las partes.
El caso de esta acera de la calle Guzmán el Bueno sirve como ejemplo de cómo una decisión política que el vecindario no entendió se pudo reconducir gracias al diálogo entre las partes. En concreto, entre el área de Obras municipal, el colegio y las familias de este centro escolar concertado de Arapiles, en Chamberí.
En verano, los vecinos del barrio conocieron gracias al periódico Somos Chamberí que el Ayuntamiento había aprobado un proyecto que incluía una ampliación de aceras en dos colegios de la zona: la del colegio La Salle (algo más abajo) ya se había ejecutado y restaba la del Decroly. Pero algo se torció por el camino.
De la noche a la mañana, el Consistorio decidió no ejecutar la obra, a petición de la Junta de Chamberí, que aseguraba que la dirección del colegio no había pedido ninguna ampliación de aceras. Sin embargo, esto no era cierto: en una conversación con este medio, el centro aseguró que no se oponía y así se lo había transmitido al Ayuntamiento.
El conflicto se arregló con una conversación directa entre las partes: la propia delegada de Obras, Paloma García Romero, acudió al centro escolar para evaluar personalmente la situación y conocer de primera mano cuáles eran las demandas de las familias y de los alumnos. Fue cuando se decidió acometer la ampliación de aceras, pero también dejando espacio para la carga y descarga de los suministros del colegio y también dejar una plaza destinada al aparcamiento de familias para dejar a los menores.
El resultado final es que se han ampliado las aceras en la mitad del tramo previsto inicialmente, con la ocupación de tres plazas de aparcamiento en zona azul, que han pasado a consolidarse como espacio peatonal. La solución es similar a las ejecutadas en otros colegios concertados en el distrito, como en el Colegio Chamberí o en el Blanca de Castilla, en el barrio de Almagro.
A la vista de la buena acogida y de los resultados, familias de otros centros escolares están solicitando actuaciones similares frente a sus colegios. La última petición oficial fue la del Ampa del Asunción Rincón, que pidió ampliar la acera de la calle Santander a costa de varias plazas de aparcamiento, al igual que se ha hecho en La Salle y el Decroly.
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