El Ayuntamiento desmantela el huerto urbano de Enrique Herreros y traslada sus 'supermacetas' al Retiro

Diego Casado

21 de noviembre de 2020 06:00 h

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Adiós al huerto urbano que el Ayuntamiento colocó hace casi tres años en el parque Enrique Herreros. El área de Medio Ambiente ha decidido llevarse las cuatro supermacetas de esta zona verde de Chamberí que llegaron gracias a un proyecto de Presupuestos Participativos y que servían para fomentar la agricultura en el distrito de Madrid con menos zonas verdes por habitante.

El desmantelamiento tuvo lugar el pasado martes, una semana después de la presentación del reformado parque Enrique Herreros, donde se han cambiado algunos elementos de sitio, creado un mirador y pintado las paredes antes llenas de graffitis. Sobre uno de estos muros el Ayuntamiento había dibujado hacía semanas unas tomateras para destacar el valor de huerto cercano. Una pintura que ahora se ha quedado huérfana de su referencia real.

“El huerto no estaba en muy buen uso”, aseguran al periódico Somos Chamberí fuentes de Medio Ambiente. Y tampoco estaba gestionado oficialmente por ningún colectivo: “En 2017 se licitó su gestión a través de unos presupuestos participativos. Fue adjudicado a una asociación de vecinos y, al cabo del mes, renunció”, añaden desde el Ayuntamiento.

¿Qué ocurrió para que se produjera este rápido desestimiento? La adjudicataria fue la Asociación Dinamización Agroecológica las Eras, cuyos miembros descubrieron que el contrato de cesión les obligaba a, en caso de desperfectos o vandalismo sobre las estructuras, tener que sufragar los gastos. Esta cláusula, poco importante para el mantenimiento de un bancal en la tierra, sí que resultaba grave en el caso de las macetas de Enrique Herreros, que no eran precisamente baratas. Así que la asociación no quiso correr riesgos y endeudarse ante posibles destrozos, y renunció.

La explicación la da a este periódico Fernando Saenz, miembro de esta asociación y que, junto a otros vecinos, decidió seguir cultivando el huerto de modo informal para plantar en él berenjenas, ajetes, remolacha, espinacas, nabos, acelgas o calabazas. Así lo hicieron durante dos años, trayendo las plantas y abonando el terreno con sus propios recursos e incluso organizando talleres para cualquier persona interesada.

“Desde que se instaló, el huerto era algo que atraía a la gente de la zona, muy positivo y servía como una referencia a la agricultura que en un barrio como este, en el centro de Madrid, es imposible encontrar”, explica María Jesús, otra de las vecinas que se encargaba de cuidar el espacio.

Retirada mientras solicitaban un nuevo concurso

Tanto Fernando como María Jesús habían formado una asociación para optar a un nuevo concurso de adjudicación de este espacio, que aseguran el Ayuntamiento les prometió volver a convocar. La registraron con el nombre de HUCHA (Huerto Urbano de Chamberí) y facilitaron la documentación a la Junta de Chamberí, mostrando su intención de poder volver a cultivar en el huerto, ahora dentro de una cesión legal, al igual que funcionan medio centenar de espacios agrícolas en Madrid.

En el email, enviado el pasado lunes y al que ha tenido acceso Somos Chamberí, se mostraba a la Junta el interés de la asociación por encargarse de este espacio y se explicitaba que su iniciativa contaba con el apoyo de Huertos Urbanos de Madrid, la entidad municipal que coordina estos lugares de siembra. No obtuvieron respuesta. Al día siguiente, el huerto era desmantelado.

Desde el área de Medio Ambiente -propietaria de las macetas- explican a Somos Chamberí que las estructuras habían sido objeto de constante vandalismo y que por eso decidieron llevárselas esta semana al centro de Educación Ambiental situado en los Jardines del Buen Retiro.

“Desde que se trabajaba el huerto apenas se ha producido vandalismo”, replican los vecinos que cuidaban del espacio. “No sabemos por qué de la noche a la mañana y sin previo aviso se ha tomado la decisión de arrasar con algo que estaba funcionando desde hacía tres veranos”, se quejan los miembros de HUCHA.

Los vecinos no se dan por vencidos y van a reclamar al Ayuntamiento que devuelva las macetas a Chamberí, ya sea en el parque Enrique Herreros o en otro espacio público que considere más conveniente. “Queremos que vuelva el huerto. Este no es un tema de ideologías, es algo de lo que disfrutan y aprenden todos los ciudadanos”, señalan. “Además, ¿qué daño puede hacer que crezcan aquí tomates?”.

Supermacetas pioneras sobre el asfalto

El de Enrique Herreros era uno de los 50 huertos urbanos abiertos por el Ayuntamiento de Madrid, muchos de ellos durante la legislatura de Manuela Carmena en la que se prestó especial atención a este tipo de práctica agrícola. Se montó gracias a la instalación de cuatro supermacetas que llegaron del País Vasco, con un diseño que encajaba en lugares donde no había tierra debajo para hacer crecer las plantas.

Las macetas gigantes ahora trasladadas al Retiro tienen 5 metros de longitud y capacidad para más de 2.000 litros de tierra, además de una fuente manual y un armario para guardar aperos de labranza y semillas. Un sistema de reaprovechamiento de agua autónomo hacía que las plantas no tuvieran que depender siempre de una toma de agua cercana. El anterior consistorio probó estas macetas para crear huertos urbanos en espacios como el de Enrique Herreros, con mucho asfalto por debajo.

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