El exdiputado de Ciudadanos Toni Cantó se burló este lunes del número de vecinos de Chamberí que acudió a entregar una carta dirigida a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, para solicitarle el cierre anticipado de la hostelería a las 0.00 horas y ayudar a reducir el nivel de ruido de su distrito. Lo hizo a través de su cuenta de Twitter, en la que adjuntó varias capturas del acto junto al titular de uno de los medios que cubrieron la noticia.
El político, que suena como candidato a una consejería en el gobierno de la Comunidad de Madrid después de su apoyo explícito al PP durante la campaña, sintonizó con numerosos usuarios de esta red social de perfil de izquierdas, que criticaron la movilización por tener lugar en uno de los distritos de Madrid que más apoyó electoralmente a la derecha en las últimas elecciones regionales (55% de votos para Ayuso, 69% para opciones de derechas).
“Disfruten de lo votado” fue la frase más repetida por los tuiteros para criticar la protesta vecinal que reclama que los intereses económicos de la hostelería sean compatibles con su “derecho al descanso”. También se mofaban de que los chamberileros votaron mayoritariamente por la “libertad”, lema con el que se presentó Ayuso (vecina de este distrito madrileño) a las elecciones.
La asociación de vecinos aludida por Toni Cantó, El Organillo, invitó al político a visitar la zona sobre el terreno, para que pueda comprobar el problema de ruido que sufre su distrito: “Sr. Cantó si sus obligaciones se lo permiten le invitamos a recorrer Ponzano y alrededores y conocer de primera mano el sentir del vecindario. Estaremos encantados de acompañarle”, le respondieron.
Otros vecinos que apoyan la protesta también respondieron a título individual, tanto al exdiputado de Ciudadanos como a los numerosos tuiteros críticos con la movilización. En la mayoría de sus argumentos explicaban que la opción ideológica no es incompatible con la situación que se vive en algunas calles de Chamberí: “Hostelería de calidad, sí. Terrazas con borrachos gritando, despedidas de solteros, pandillas ocupando la acera con el cubata (que no puedes pasar con niños), NO”, les contestaban.
El problema del monocultivo hostelero y de los ruidos asociados a su presencia cada vez mayor en la capital se está multiplicando con los cientos de nuevas terrazas que han llegado a Madrid. Ahora hay 953 autorizaciones de terraza más que hace un año y 5.747 mesas adicionales, según datos municipales recopilados por Somos Madrid. Aunque las cifras son muy distintas en cada distrito, Chamberí es en el que más se han concedido, 195 autorizaciones y casi 900 mesas, la mayoría de ellas sobre la calzada.
Ante esta situación surgió hace unas semanas SOS Chamberí, una plataforma formada inicialmente por tres asociaciones del distrito: El Organillo -entidad con 46 años de historia-, la Asociación de Vecinos de Trafalgar y Nosotras Mismas. Además, se adhirieron al movimiento vecinos a título individual afectados por un problema, el del ruido asociado a las terrazas y al ocio nocturno, que ha empezado a ir a más con la desescalada de restricciones por la pandemia.
El acto de este lunes era el primero de carácter público organizado por SOS Chamberí. Consistió en una convocatoria a prensa para cubrir el momento en el que se entregaba la carta a la Comunidad de Madrid. Ahora, los vecinos valoran convocar una protesta para visibilizar el hartazgo entre el vecindario del distrito si las autoridades -Ayuntamiento y Gobierno regional- no responden a sus demandas.