Ocho años de lucha por el patrimonio
Metro de Madrid vendió en 2014 el solar que ocupan las Cocheras de Cuatro Caminos. Lo hizo por 88 millones de euros a una cooperativa reunida alrededor de la promotora Ibosa. Su proyecto, que ha ido modificando, prevé levantar 443 viviendas de altas calidades en el terreno, 58.500 metros cuadrados residenciales distribuidos en varios edificios -uno de ellos de 35 plantas y 105 metros, el más alto de Chamberí-, además de varios equipamientos públicos y un parque. Debajo del complejo se ubicarán las nuevas cocheras de Metro, subterráneas.
Desde el momento en el que se conoció el futuro de las cocheras surgieron muchas voces en contra, defendiendo el valor de un patrimonio industrial único en Madrid, tanto por su diseño como por su antigüedad. Varias asociaciones del distrito -Corazón Verde Chamberí o Parque Sí entre ellas- conformaron junto a MCyP la plataforma Salvemos las Cocheras de Cuatro Caminos, que se dedicó por un lado a explicar la importancia de este espacio (para el legado queda esta página web con abundante información histórica) y por el otro a levantar un muro judicial “que impidiera la pérdida del patrimonio”. Por un lado se intentó que todo el complejo fuera declarado Bien de Interés Cultural (BIC) para su protección definitiva y por el otro buscó demostrar que los cambios urbanísticos para albergar la operación fueron ilegales. El TSJM les dio la razón en lo segundo y les denegó lo primero. El Tribunal Supremo ha sentenciado ahora confirmando la anulación de los cambios en el PGOUM.
Por el camino, la plataforma que surgió cree que su labor de divulgación ha generado una “conciencia colectiva” hacia edificios del distrito de Chamberí como el Taller de Precisión de Artillería -ya derribado- o el Parque Móvil, de gran riqueza patrimonial pero “que no cumplen los cánones sacralizados” de belleza monumental. A veces, este valor era puesto en duda por las partes interesadas en las operaciones urbanísticas, que por ejemplo llamaban con desprecio “cochambreras” a las Cocheras de Cuatro Caminos.
El derribo de las cocheras centenarias tuvo lugar unos días después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid se fotografiara con la réplica del templete de Antonio Palacios en la Gran Vía. Allí habló de recuperar los elementos del pasado que dieron esplendor al suburbano madrileño. Algo que también hará la Consejería de Transportes en otras antiguas cocheras, las de Plaza de Castilla, donde se simularán los tejados antiguos en un futuro parque que también albergará un espectacular Museo del Metro.
Los conservacionistas pedían montar este museo en Cuatro Caminos y hacer compatible el proyecto urbanístico con el patrimonial, pero ni Comunidad de Madrid, ni Ayuntamiento ni Residencial Metropolitan se mostraron abiertos a negociarlo. Así que la pelea seguirá en los tribunales: “Podría haber sido el mejor museo del Metro del mundo, pero no vamos a consentir que la política de hechos consumados sea válida en esta ciudad, porque si no se utilizará más veces. Vamos a seguir pleiteando y vamos a exigir la reconstrucción de las Cocheras”, avisaban hace un año desde MCyP.