El pasado 14 de julio, sobre las 2 de la madrugada, la calle Fernández de los Ríos registró una discusión que acabó con una denuncia policial. La supuesta víctima, P.G., una persona transexual no binaria, intentaba acceder junto con su grupo de amigos a la Sala Copérnico, una conocida discoteca de Chamberí. Al parecer todo comenzó porque el denunciante se negó a identificar su género, pese a reclamárselo el portero para saber si le cobraba la tarifa de entrada para chicos o para chicas.
“Vinieron un grupo de 40 personas para entrar a la sala y la mayoría accedió sin problema”, explican desde la Sala Copérnico en conversación con el periódico Somos Chamberí. Previamente se habían informado de las tarifas y habían negociado un precio especial para las chicas del grupo. El conflicto llegó cuando, al intentar acceder el denunciante, indicó que no quería identificar su género por considerarse una persona transexual no binaria. Eso arrancó una discusión acalorada entre el portero y el cliente, quien intentó grabar con el móvil este momento, lo que impidió el portero “bajándole el móvil”, explican desde la sala.
“Esta persona tuvo una crisis de ansiedad y acabó viniendo la policía”, detallan los responsables de Copérnico. Fue entonces cuando la supuesta víctima puso la denuncia por delito de odio y también por agresión, indicando que el portero le agarró del cuello y le tiró al suelo con una llave, según Arcópoli, organización que la hizo pública. Desde la sala niegan rotundamente que se produjera agresión física alguna e incluso dicen desconocer que se haya interpuesto denuncia por este hecho. Sí que reconocen la denuncia por discriminación e informan de que el portero ya acudió a declarar ante la policía municipal para defender su versión.
Desde la discoteca indican a este periódico que en principio consideraron el hecho como un incidente “menor”, pero que el revuelo mediático que se ha producido a raíz de la publicación el jueves del caso por parte de Arcópoli les ha animado a dar su versión. “No somos transfóbos, no tenemos reparo en que venga persona de cualquier género a nuestra discoteca. Es más, estamos encantados de que lo hagan”, aclaran antes de señalar que en su personal cuentan con trabajadores de diferentes orientaciones sexuales. Y que respaldan a su portero, que lleva tiempo formando parte de su plantilla y que cuenta con más de una década de experiencia en la noche madrileña.
“Todo el mundo pagará lo mismo”
Sabedores de que el inicio de la discusión tuvo su origen en los diferentes precios de entrada en función del género, desde la Sala Copérnico han anunciado que dejarán de discriminar en las tarifas de acceso. “A raíz de esto los precios van a ser iguales. Todo el mundo paga lo mismo para entrar”, han explicado a Somos Chamberí. La discoteca toma esta decisión después de dejar de utilizar el cuerpo de la mujer como reclamo para sus flyers, algo que no hacen desde hace un año, aseguran: “Somos de los pocos locales de Madrid que han prescindido de esta práctica”.
Mientras la policía investiga y la justicia resuelve el caso, Arcópoli informa que el denunciante h mantenido varios días síntomas de ansiedad, estrés e insomnio, y que tiene miedo de salir a la calle “con una expresión de género que no sea netamente masculina”. Este supuesto incidente de odio es el número 179 de los registrados desde el Observatorio contra la LGTBfobia.