Distintas asociaciones, colectivos ciudadanos y clubes deportivos vuelven a convocar este viernes, 25 de noviembre, una concentración a las puertas del nuevo centro deportivo municipal construido en la calle Cea Bermúdez, en el solar del antiguo polideportivo del Parque Móvil del Estado. Claman contra de la reconversión de la pista deportiva en un gran gimnasio.
El recorrido de movilizaciones comenzó el pasado mes de marzo, cuando el Ampa del Colegio Público San Cristóbal supo que el Concejal-Presidente de Chamberí, Javier Ramírez, licitaría el polideportivo acabando con la pista polideportiva prevista en su piso inferior, y dividiéndola en tres partes de cara a hacer más rentable su privatización.
Lo que nació como una protesta del colegio contiguo, que antaño hacía clases de educación física en el espacio que ocupa el centro deportivo y había recibido la promesa del Consistorio de poder usar la instalación, se convirtió pronto en una reivindicación de distrito. A la segunda convocatoria, en el mes de junio, se adhirieron decenas de clubes deportivos, Ampas y asociaciones de Chamberí. Desde la del del Colegio Público San Cristóbal lo explican así:
“Desde la Junta se ha querido hacer ver en todo momento que se trata de una reivindicación que afecta solo a nuestro colegio para restarle dimensión y seguir adelante con sus planes de desmantelamiento. Lo cierto es que esto afecta a todo Chamberí, donde no hay espacios para practicar deportes de equipo. Clubes del barrio como el Club Deportivo Chamberí o EducaPlay tienen que jugar las ligas deportivas municipales en otros distritos. Los niños de nuestro cole, sin ir más lejos, juegan los fines de semana contra otros equipos del distrito en las instalaciones de Moncloa-Aravaca”.
Lo cierto es que la movilización vecinal ha conseguido la anulación de la primera licitación. Y los contactos con los grupos políticos, que la parcelación de la pista haya sido rechazada en distintos Plenos. En la última licitación, que salió a principios de noviembre, se ha incluido una pista de minibasket que no satisface a los colectivos en lucha, según explican desde el mismo AMPA:
“Nosotras pensamos que la pista debería quedarse como se ha construido porque es una instalación que hace falta y porque se ha gastado mucho dinero en construirla, con los requerimientos de altura que tienen este tipo de canchas, para ahora convertirla en salas. La pista de minibasket es un adelanto, pero es claramente insuficiente. No tiene las medidas reglamentarias porque carece de espacio de seguridad, los jugadores se estamparían contra la pared. Y deja sin pista a todos los clubes, colegios y vecinos de más de doce años”.
“El esfuerzo que se ha hecho por parte de la Junta es tan pobre que ni siquiera se ha pensado en que, teniendo en cuenta que desde la última licitación han aparecido dos nuevos espacios en la planta superior, cabría una pista reglamentaria de baloncesto (en cuyo interior se podría jugar también a vóley o bádminton)… ¡y aún sobrarían 543 metros cuadrados para los usos que no estaban inicialmente previstos en el proyecto!”
El tiempo corre, tanto para la Junta de Distrito, que ve acercarse las próximas elecciones municipales, como para los vecinos de Chamberí, que necesitan que la licitación en marcha se anule una vez más. De momento, los colectivos implicados en el mantenimiento de la pista han decidido que si la última concentración fue con pistolas de agua, está sea con abrigos. Como en aquella, seguirán gritando “¡La pista se queda!”