Siguiendo las indicaciones del Defensor del Pueblo, el equipo de Manuela Carmena tendrá que hacer más accesibles los cientos de contenedores de carga lateral que desde 2017 sirven para recoger los residuos de gran parte de la ciudad.
Unos dispositivos que, a pesar de estar adaptados, tanto por su colocación como por su sistema de apertura, resultan inaccesibles a muchas personas con discapacidad, especialmente las que se desplazan en sillas de ruedas, que necesitan ayuda adicional para poder tirar la basura.
La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Madrid (Famma-Cocemfe) decidió llevar al Defensor del Pueblo este problema y, dos años después del aterrizaje en la ciudad de los contenedores, les ha dado la razón: el Ayuntamiento de Madrid deberá instalar más de 600 plataformas para hacerlos más accesibles.
Asimismo, el Defensor del Pueblo recuerda al equipo de Carmena la importancia de planificar la instalación del mobiliario urbano y elegir dispositivos que tengan en cuenta la accesibilidad universal en términos de diseño, ubicación, dotación, conservación, mantenimiento y reparación.
El contrato, por un importe total de 743.627 euros y adjudicado a la empresa GLS Consorcio del Hormigón (la única que presentó su propuesta), servirá para instalar entre la acera y los contenedores planchas de hormigón similares a las que se colocan en muchas paradas de autobús, dejando ambos elementos al mismo nivel y accesibles para personas con movilidad reducida.
Mejoras en la apertura de las tapas de los contenedores
Con esta acción se acaba con uno de los principales problemas: el acceso a los contenedores, pero continúa aún pendiente que se solvente otro obstáculo para las personas con discapacidad y problemas de movilidad, la apertura de la tapa para poder tirar la basura.
Las personas en silla de ruedas se encuentran con un doble freno. Por una parte el pedal que acciona la palanca de apertura de la tapa de los contenedores (que en muchos casos además está roto) y que ellos no pueden pisar y, por otra, el mecanismo para abrir la tapa manualmente, que está tan elevado que no llegan a él.
Desde un punto de vista técnico, para que los contenedores de residuos cumplan con la legislación vigente en materia de accesibilidad la boca en la que introducir la basura no puede estar a más de 1,40 metros y los elementos manipulables (como los pedales) deben situarse como máximo a 0,90 metros.
Otro aspecto que deben cumplir los contenedores es un acceso desde desde el itinerario peatonal accesible, lo que implica que no debe haber cambios de nivel en el pavimento alrededor de los contenedores y, en aquellos casos en los que existan, se debe construir un recrecimiento en la acera para sortearlos.
La accesibilidad en los contenedores de Chueca
Tal y como señala Famma-Cocemfe, para poder facilitar la tarea de los servicios de recogida de residuos los contenedores de reciclaje de apertura lateral que están instalados en las diferentes calles de Chueca están separados de la acera.
Una situación que complica a los vecinos poder reciclar los envases, el papel y el vidrio al tener que sortear la distancia entre la acera y los contenedores, incluso aquellos que no tienen ningún tipo de discapacidad.
Tampoco ayuda demasiado la ausencia de pedales o que la mayoría de mecanismos de apertura de las tapas de los contenedores (cuando los hay) estén rotos.
Todo ello contribuye a que las personas de menor estatura, con problemas de movilidad o en silla de ruedas presenten grandes problemas de accesibilidad a las islas de reciclaje del barrio que próximamente se subsanarán, en parte, gracias a las plataformas de hormigón.