El Ayuntamiento de Madrid está trabajando intensamente desde hace meses en el plan de remodelación de las calles de Chueca y Salesas que dejó pendiente en anterior equipo municipal y al que se destinarán cerca de 1,5 millones de euros. Entre los principales objetivos de estas obras: aceras más anchas, mejorar la accesibilidad, reducir el tráfico rodado y la plantación de más árboles.
Según explicaba el domingo 20 de marzo la edición madrileña de El Mundo, desde el Distrito Centro y las áreas de Desarrollo Urbano Sostenible y Medio Ambiente están perfilando un borrador del proyecto que se presentará a los vecinos en breve y en el que los propios residentes han realizado sus aportaciones y sugerencias.
Así, la reforma de las calles se realizará en la misma cota y se apostará por más equipamiento social, como papeleras, bancos y anclajes para bicicletas que ayudarán a «adaptar Chueca a los criterios del siglo XXI y preparar la zona para cuando ésta sea Área de Prioridad Residencial (APR) y se parezca al resto de barrios APR», asegura el concejal de Centro, Jorge García Castaño, en esa publicación.
La idea es que el peatón recupere protagonismo frente a los vehículos, pero no se prevén inicialmente nuevas peatonalizaciones de vías, sino la reducción del tráfico rodado y la creación de espacios de coexistencia de coches y personas. El Mundo también detalla que en un informe elaborado por el Área de Desarrollo Sostenible se especifica que «el eje peatonal del barrio es la calle Fuencarral [cuya continuidad también se está estudiando]» y que se trata «de la moderación del tráfico rodado y la adecuación de la sección de la calle para mejorar el equilibrio con la movilidad peatonal».
Tanto las medidas de reducción del tráfico como la ordenación de las plazas de aparcamiento (adaptándolas a las características y capacidad de cada vía) y incorporación de árboles donde antes no había ningún tipo de vegetación no solo permitirán mejorar la calidad ambiental, sino incrementar la seguridad vial en el barrio.
El Mundo apunta que García Castaño se plantea la intervención de las calles de Chueca como una actuación integral «que dure en el tiempo, y que no tenga que ser arreglada cada dos años» y que espera presentarlo cuanto antes a los vecinos para poder comenzar las obras y que estén acabadas a principios de 2017.