Esta semana se ha instalado en el palacete de 1886 donde confluyen las calles Orellana y Campoamor el andamio para comenzar los trabajos de demolición de la intervención artística “Todo es felicidá”, firmada por Jack Babilonidemolición de la intervención artística “Todo es felicidá”, firmada por Jack Babiloni, que habían sido paralizados provisionalmente.
La intención del equipo de Manuela Carmena de conservarlos –el 24 de noviembre del pasado año emitían un comunicado en el que explicaban detalladamente los pasos que seguirían–, parece haber terminado en agua de borrajas y la propiedad restituirá el aspecto original de la fachada, tal y como establece la decisión judicial.
Como el edificio está protegido, la normativa obliga a preservar «los elementos que lo caracterizan y sirven de referencia para comprender su época, su estilo y su función». Dentro de esa premisa los contemporáneos dibujos de Jack Babiloni no tienen cabida y, con la técnica utilizada, no basta con pintar sobre los frescos en seco, sino que hay que picar hasta llegar al ladrillo.
El área de Desarrollo Urbano Sostenible, encargada de ejecutar la orden de retirada de las pinturas, recuerda que solicitó que se tuviese en cuenta la opinión de los vecinos del barrio de Justicia, para los que esta obra forma parte del barrio y es un importante atractivo turístico de la zona.
No obstante, los técnicos y expertos de la Dirección General de Intervención en el Paisaje Urbano y el Patrimonio Cultural del Área de Cultura y Deportes han determinado en su informe que los frescos carecen de singularidad e interés especial, por lo que no les corresponde protección alguna.
La reacción de Jack Babiloni
Jack Babiloni, autor de la obra “Todo es felicidá”, se ha mostrado muy apenado con la noticia y ha expresado su malestar con los responsables municipales y autonómicos a través de su página oficial en Facebook, en la que también ha dado las gracias a los organismos internacionales y personas que le han apoyado la conservación de sus dibujos: