Hace cuatro años nuestros vecinos de Ecoalf y la entidad sin ánimo de lucro Ecoembes ponían en marcha “Upcycling the Oceans”, un proyecto pionero en todo el mundo que propone dar una nueva vida a la basura marina y colaborar en la conservación de los océanos retirando las toneladas de plásticos que terminan en los océanos.
No están solos en su lucha medioambiental. Para hacer realidad está iniciativa cuentan con la ayuda de más de 2.534 pescadores que, a bordo de 550 barcos pesqueros que llevan contenedores para depositar la basura que cae en sus redes, recogieron, solo en 2018, 140 toneladas de residuos que habían terminado en el mar.
Así lo confirmaban ayer en rueda de prensa Javier Goyeneche, presidente y fundador de la Fundación Ecoalf; y Nieves Rey, directora de comunicación de Ecoembes, que hacían un balance anual del proyecto. Goyeneche valora muy positivamente la evolución del proyecto, que arrancó en el año 2015 en cinco puertos españoles y que hoy llega hasta casi 40.
Gracias a ellos se han recuperado más de 330 toneladas de basura del fondo del mar que tendrán una nueva vida como “productos de alta calidad y duraderos”, explicó el presidente de Ecoalf, una marca textil que elabora sus prendas a partir de esos plásticos rescatados del mar, que transforma en tejidos completamente nuevos.
Para Nieves Rey los pescadores que recuperar esa basura son “auténticos héroes del mar”, así como “el motor y el corazón de ‘Upcycling the Oceans’” y el mejor altavoz para concienciar a la sociedad de la cantidad de basura que termina en el fondo marino y de cómo, con pequeños gestos, se pueden conseguir grandes cambios.
¿Qué ocurre con la basura recuperada del mar?
Se calcula que cada año cerca de 8 millones de toneladas de plástico llegan al agua y que de esos residuos cerca del 75% acaba en el fondo del mar. “Upcycling the Oceans” contribuye a limpiar esos restos del ser humano con un ciclo de reciclaje cuyo punto de partida está en los barcos pesqueros.
Desde allí, los pescadores van guardando la basura que capturan con sus redes cada día y, una vez llegan a puerto, depositan los restos en los contenedores del proyecto “Upcycling the Oceans” que instala Ecoembes.
A partir de ahí, la basura se traslada a tierra para su clasificación y reciclaje. En el caso del plástico PET, con el que se fabrican entre otros envases muchas botellas de plástico, se transforma en hilo con el que luego se tejen las prendas de Ecoalf, con las mismas características, diseño y calidad que la ropa con textiles no reciclados.
Un buen ejemplo de ello son las zapatillas Ocean Waste, lanzadas por Ecoalf en 2018, que están fabricadas a partir de unas cinco botellas de plástico recuperadas del fondo del Mediterráneo.
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