Las obras de remodelación de la Gran Vía madrileña comenzarán finalmente el 9 de marzo para no entorpecer la celebración de la marcha de mujeres del 8 de marzo en la que se espera una gran afluencia y se prevé estén finalizadas antes de las Navidades de 2018.
Los trabajos, que cuentan con un presupuesto de 5,7 millones de euros, los llevará a cabo la constructora Ortiz, quien consiguió la mayor puntuación (con 99 puntos de 100) de todas las propuestas presentadas al concurso de las Obras de remodelación de la Gran Vía.
Aunque se llevarán a cabo por tramos, aún se desconoce el punto por el que se comenzará a intervenir para ensanchar el espacio peatonal y aplicar el diseño de plataforma única como el de las once calles de Chueca que están siendo intervenidas en el proyecto de remodelación del barrio de Justicia.
Junto a unas aceras más amplias, la nueva Gran Vía tendrá dos carriles por sentido (uno para el tráfico privado de residentes y otro para el transporte público) y árboles en la zonas peatonales. Además, se situarán bolardos que faciliten la apertura “flexible” de uno o dos carriles por sentido en función de las necesidades del tráfico.
De este modo, la Gran Vía madrileña se prepara para la gran área de prioridad residencial (APR) del distrito Centro, que desde este verano impedirá circular a los vehículos de los no residentes por todo el distrito, incluida la Gran Vía.