El pasado día 5 de noviembre comenzó una huelga indefinida de los trabajadores de jardinería y limpieza de Madrid capital.
6000 personas se lanzan a este paro que en cualquier ciudad supone un grave problema para los ciudadanos por lo indispensable de esta labor en cualquier urbe, pero en especial en las de dimensiones como las de la capital.
Un conflicto entre las empresas concesionarias y los trabajadores en el que el Ayuntamiento parece no querer involucrarse.
Lógicamente con tan sólo un día de paro los efectos empiezan a ser no solo visibles, sino también perceptibles al olfato de los vecinos y viandantes.
Especialmente en la zona Centro y en un barrio como el de Chueca los efectos parecen aun mayores.
El tema de la limpieza de la zona es un problema permanente debido a la cantidad de visitantes y a las largas noches de fiesta que vive el barrio los fines de semana. Además no hay que olvidar que es también muy popular el reparto de publicidad en forma de folletos, flyers e impresos varios por la zona, en ocasiones de manera exagerada, y que en la mayoría de los casos acaban por los suelos de nuestras calles. En varias ocasiones ha llamado la atención sobre el tema la Asociación de Vecinos de Chueca iniciando campañas de concienciación entre los vecinos.
Es deseable una pronta resolución del conflicto, lógicamente por el bien de esos trabajadores y su futuro laboral, pero sin olvidar que esta problemática puede hacer muy complicado el día a día de los ciudadanos y puede convertirse en una problemática de salud pública.
Por otro lado será importante también el buen hacer de los vecinos. Al margen de que entiendan y/o compartan las reivindicaciones de estos trabajadores, será fundamental un esfuerzo en el civismo durante estos días de huelga para evitar que acabemos viviendo en un barrio tomado por la basura.