De cumplirse el calendario que maneja el Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid y del que se ha hecho eco Europa Press, está previsto que las obras del centro polivalente donde se ubicará el nuevo Mercado de Barceló finalicen este viernes y que el consistorio recepcione la obra el próximo 11 de marzo.
El coordinador general de Gestión Urbanística, Vivienda y Obras, Juan José de Gracia Gonzalo, manifestó en la última Comisión municipal del ramo que una vez se produzca la recepción (y siempre que esta no presente ningún problema) se procederá al traslado inmediato de los comerciantes a su nueva ubicación.
En el caso de que en el momento de recepcionar la obra se encontrara algún tipo de deficiencia, se solicitaría a la empresa que lo subsanara y es posible que los plazos estimados pudieran sufrir modificaciones.
Los comerciantes ya avisan de sus dudas respecto a la seguridad del futuro edificio, que ha quedado en evidencia este mismo fin de semana, cuando una botella de cristal ha impactado en la fachada y ha roto uno de los lineales de cristal que revisten toda la fachada del inmueble.
Una obra no exenta de polémicas
Tras cinco años de obras y varios cambios en el proyecto de Sobejano & Nieto, esta infraestructura -sufragada íntegramente por el Ayuntamiento de Madrid y considerada uno de los proyectos estrella del consistorio- se ha encarecido un 40 por ciento. Frente a los 43,25 millones de euros prometidos por Gallardón, el importe total supondrá un desembolso de 60,55 millones (incluidos sobrecostes de obra, la demolición del mercado y la construcción del mercado temporal -pagados mediante el Fondo Estatal de Inversión Local-, los gastos facultativos, de ejecución y vigilancia, y el pago de impuestos).
Cuando se planteó esta nueva infraestructura el equipo de Gallardón pretendía sufragar estos gastos con la construcción de pisos de lujo en un solar cercano. La jugada le salió rana al Ayuntamiento, que presionado por la oposición vecinal a esa idea, asumió hacerse cargo de todos los gastos del proyecto: un nuevo mercado de 7.150 metros, un polideportivo de 2.850 m², una biblioteca de 1.950 m², un nuevo aparcamiento con 700 plazas, un inmueble comercial y la peatonalización de varias calles.
El camino ha sido muy largo y complicado para los comerciantes, que han visto cómo parte de los negocios tradicionales de la zona se han visto obligados a cerrar por las obras. Los que han conseguido sobrevivir han sufrido un sinfín de problemas, como el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles que les exige el Ayuntamiento por los puestos provisionales.
El último frente abierto es el de la plaza de Barceló, donde se levantan de manera provisional los puestos para que los comerciantes puedan continuar con su actividad comercial mientras se terminan las obras del nuevo mercado. Tal y como acordó David Erguido, se ha comenzado una negociación con los vecinos para que sean ellos quienes decidan acerca del futuro de los Jardines del Arquitecto Ribera.
La Plataforma Vecinos Haciendo Jardines está llevando a cabo una recogida de encuestas para sondear la opinión de los vecinos y presentar una propuesta al consistorio, que a través de un comité de expertos valorará estas propuestas y elaborará un proyecto concreto que se someterá posteriormente al consenso vecinal.