El Ayuntamiento de Madrid acaba de enviar una carta a los usuarios con una plaza de residente en el aparcamiento Vázquez de Mella donde se les informa del cierre temporal de la zona de rotación del 25 de junio y al 3 de julio por la celebración del World Pride 2017.
A los vecinos afectados (258) se les ofrece la alternativa de hacer uso, «de forma totalmente gratuita», de otros seis aparcamientos públicos situados a una distancia de entre 10 y 16 minutos: Plaza de la Villa de París (91), Recoletos (65), Jacinto Benavente (285), Almagro (262), Plaza España (649) y Montalbán (131).
En la carta el director gerente de la empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT), Álvaro Fernández de Heredia, explica que la medida «quiere contribuir a minorar en lo posible la afección del evento», que no solo afecta a la Plaza de Pedro Zerolo (donde se ubica el aparcamiento), sino «a la práctica totalidad de las plazas del barrio de Justicia, afectando a las vías de acceso a la zona y a la propia Gran Vía».
Por lo que respecta a la plaza de Pedro Zerolo, en ella tendrá lugar la instalación de un escenario donde le leerá el pregón de las fiestas y habrá distintas actividades (del 25 al 27 de junio entre las 7.00 y las 20.00 horas montaje del escenario y ensayos; del 28 de junio al 2 de julio de 20.00 a 24.00 horas el pregón y actividades; y del 2 al 3 de julio de 7.00 a 23.00 horas el desmontaje).
Desde la Asociación de Vecinos de Chueca (AVChueca) no ven con buenos ojos la decisión municipal, que les deja fuera sin tener en consideración su opinión y sus necesidades: «no se ha convocado a los vecinos y afectados de Chueca a ninguna reunión, ni se nos ha remitido información alguna, ni hemos sido convocados a votación alguna o a mesa de dialogo en relación a cómo dicho evento va a afectar a los vecinos y a los negocios de nuestro barrio», denuncian en su blog.
Con respecto a los motivos de seguridad alegados en la misiva, plantean si no hubiera sido más fácil y seguro «acondicionar un espacio ad hoc –adecuado en términos de seguridad, higiene, y otras afecciones– con capacidad para acoger los 3 millones de visitantes de los que se jactan en el Ayuntamiento de Madrid, que meterlos en una lata de sardinas y poner toda la infraestructura del centro de la ciudad patas arriba».