Tal y como anunció el equipo de Manuela Carmena el pasado mes de abril, ya se ha comenzado a instalar en el distrito Centro la nueva señalética que avisará tanto a los músicos callejeros como la ciudadanía de aquellos puntos en los que no está permitido tocar.
Siguiendo la filosofía de otras campañas como la que avisa de la existencia de papeleras o los perjuicios de hacer pis en la calle, tirar la basura al suelo o no recoger los excrementos de nuestra mascota, las nuevas señales muestran el mensaje cívico “La música nos gusta, pero aquí molesta” sobre el dibujo de un muñeco tocando un saxofón.
En la parte inferior de la placa informativa se puede leer también “Ordenanza de protección contra la contaminación acústica” y las correspondientes consecuencias que, según la normativa municipal, tiene no cumplir con las reglas.
Por una parte el Ayuntamiento informa de que, en el caso de actuaciones musicales sin autorización, según el artículo 61.1.G se comete una infracción y, por otra, que según el artículo 61.A se podrán imponer multas económicas de hasta 750 euros y retirar los amplificadores que esté usando el músico o grupo musical infractor.
La plaza de Chueca, la primera en estrenar señalética
La plaza de Chueca es, junto a la calle Fuencarral, uno de los espacios del barrio donde, a pesar de la entrada en funcionamiento de la nueva Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) de Centro y del compromiso del Ayuntamiento de Madrid de endurecer las medidas contra los músicos callejeros, las actuaciones musicales con amplificadores siguen siendo el pan de cada día para los vecinos.
La normativa, además de regular las actuaciones de los músicos callejeros en la vía pública, restringe aquellos espacios en los que los músicos callejeros tienen completamente prohibido actuar, entre los que se incluyen desde abril la calle Fuencarral y las plazas del Dos de Mayo, Santa Ana, del Ángel y Mayor.
A pesar de ello, muchos músicos incumplen de manera sistemática el horario autorizado para las actuaciones musicales en la calle, utilizan equipos para amplificar el sonido y lo hacen en lugares no autorizados, como la plaza de Chueca.
Como espacio en el que es frecuente el incumplimiento de la ordenanza municipal de protección contra la contaminación acústica, la Plaza de Chueca se ha convertido en uno de los primeros espacios del barrio en estrenar esta nueva señalética informativa.
Colgadas en las farolas que alumbran esta concurrida plaza, las nuevas señales no dejan ninguna duda ni a los artistas musicales ni a los residentes de que la Plaza de Chueca es un espacio donde la música sin autorización no es bienvenida para evitar molestias a quienes viven allí.
De manera progresiva esta señalética se irá colocando en otras calles y plazas de todo el distrito Centro en los que las infracciones de los músicos callejeros sean más recurrentes.
La desesperación de los vecinos de Sol
Mientras algunos vecinos de Chueca y Malasaña han conseguido que el Ayuntamiento de Madrid incluya sus calles dentro de los espacios donde no se puede tocar por su carácter residencial, los vecinos y vecinas de Sol denuncian su desesperación ante la transformación de su barrio en un gran escenario al aire libre.
“Son calles y plazas donde vivimos personas, con derecho a descansar y a no ver afectada nuestra salud por el incesante acoso, durante el día y la noche, de la ‘música’ amplificada”, denuncia la plataforma vecinal Stop Músicos en Sol, que acaba de abrir una recogida de firmas para acabar con su situación.
Porque, a pesar de los reiterados incumplimientos de la ordenanza y de dar decenas de avisos a la policía municipal cada semana, señalan que todos los días y a todas las horas del día hay actuaciones musicales que se solapan e, incluso, se producen de manera simultánea.
Piden al Ayuntamiento de Madrid que garantice su derecho al descanso y que no anteponga “los reclamos comerciales o turísticos” por encima de los de los residentes.