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San Antón desde la mirada fotográfica de Campúa

Hoy, 17 de enero, Chueca celebra una de sus tradiciones más populares: las Fiestas de San Antón. Una celebración que combina rituales religiosos y paganos en honor al patrón de los animales: San Antón y que el fotógrafo Campúa inmortalizó con su cámara de fotos.

Antes de adentrarnos en el trabajo de Campúa, haremos un breve repaso al origen de San Antón. Cuenta la historia que San Antón Abad nació en Egipto en el siglo II en una familia acomodada. Cuando a los 20 años perdió a toda su familia dio un radical cambio de rumbo a su vida, pasando de la opulencia al ascetismo con un retiro voluntario en la montaña donde sus únicos compañeros eran los animales.

La cultura popular dice que un día llegó hasta allí una jabalina con sus jabatos ciegos y San Antón consiguió que volvieran a ver. Desde entonces el animal no se separó de su lado y, por eso, se le suele representar con un cerdo a sus pies.

Esta y otras historias con animales llevaron a que, tras su muerte, la gente comenzara a rezarle para pedir salud para sus animales, el sustento de la población durante la Edad Media, amenazados por la peste negra. Fue entonces cuando comenzó la tradición de alimentar entre todos a un cerdo que se ponía a disposición del concejo de la villa.

Ya en el siglo de Oro estas reuniones en torno a la desaparecida ermita de San Blas (donde hoy se encuentra el Observatorio Astronómico Nacional de España) fueron tomando su naturaleza religiosa y, además de bendiciones, también se elegía al cerdo con mejor presencia y tenía lugar una carrera donde el cerdo ganador era “Rey de los Cochinos”.

Además se elegía mediante sorteo a un porquero que, disfrazado de san Antonio Abad, se subía a un burro en procesión desde Atocha a San Antón, seguido del resto de cerdos participantes en la competición. Allí les esperaban los monjes para bendecir la paja y la cebada con la que se alimentarían los animales y el pan de sus dueños.

Poco a poco esta tradición campesina, origen de lo que hoy conocemos como “las vueltas de San Antón”, fue perdiendo fuerza en favor de una romería en la que participaban todo tipo de animales y en la que se repartían los panecillos de San Antón.

Tras su declive y posterior desaparición, en 1983 Enrique Tierno Galván, alcalde de la ciudad, decidió volver a recuperar esta tradición castiza. Desde entonces cada 17 de enero animales de todo tipo se acercan hasta Chueca para recibir la bendición de San Antón en la calle Hortaleza y participar en las vueltas en torno a la Iglesia de San Antón.

Campúa, testigo de San Antón

José Demaría Vázquez, conocido como Pepe Campúa, fue un fotógrafo y empresario teatral y cinematográfico español que tuvo estudios fotográficos en la Gran Vía (de 1941 a 1948) y en la calle Bárbara de Braganza (desde 1949 hasta su muerte) por los que pasaron numerosos personajes de la época para ser retratados.

Pero, además de la fotografía social (su Agencia Gráfica Campua colaboró con La Vanguardia, el ABC o el ¡Hola!, entre otras publicaciones) Campúa también retrató con su cámara la esencia de las Fiestas de San Antón en completos reportajes fotográficos en blanco y negro.

Unas instantáneas en las que capturó con maestría tanto las vueltas de los animales en romería por las calles Barceló y Fuencarral como las bendiciones de todo tipo de animales: perros, caballos, burros, vacas, conejos... Hasta la tuna o la carroza de estudiantes de Veterinaria aparecen en sus fotografías.

Más información:

El Madrid de Campúa (V): La bendición de los animales en San Antón