La Fundación Mapfre ya ha adelantado cuáles serán las próximas exposiciones que podremos visitar en las Salas Recoletos (Paseo de Recoletos, 23) y Bárbara de Braganza (calle Bárbara de Braganza, 17) hasta finales de año. Obras del pintor Sorolla y de los fotógrafos Stephen Shore y Alvin Langdon Coburn se acercarán hasta el barrio para que disfrutemos de sus divergentes estilos.
Comenzamos la nueva programación expositiva el 19 de septiembre con la inauguración en la Sala Bárbara de Braganza de Stephen Shore, la primera exposición retrospectiva de la obra de este fotógrafo americano nacido en 1947 en la que se recogen más de trescientas fotografías, algunas de ellas inéditas. Los visitantes podrán ver series tan famosas como Uncommon Places y American Surfaces, con un recorrido por las principales temáticas de su obra: la reflexión sobre el lenguaje fotográfico, el análisis sobre el paisaje y el significativo uso del color y del blanco y negro.
A partir del 26 de septiembre la Sala Recoletos abre de par en par sus puertas a la exposición "Sorolla y Estados Unidos", una muestra comisariada por Blanca Pons Sorolla que recopila un centenar de obras del artista apenas conocidas en Europa. En ella se mostrará al mejor Sorolla y se podrá reconstruir las facetas de su pintura que tuvieron un mayor impacto en el público americano, como sus playas y jardines, su pasión por Andalucía y, sobre todo, los grandes retratos que realizó a destacadas personalidades estadounidenses.
Cierra el ciclo expositivo del año una muestra fotográfica de Alvin Langdon Coburn, cuya muestra podrá verse a partir del 12 de diciembre en la Sala Bárbara de Braganza. Miembro del grupo “Photo-Secession”, fue uno de los más célebres fotógrafos pictorialistas del siglo XX y optó por retratar la vibrante vida de la ciudad de comienzos del siglo XX, frente a la tradición de sus contemporáneos de inmortalizar retratos, desnudos y paisajes más típicos de la fotografía pictorialista. En la muestra se podrá apreciar el cambio que sufrieron sus instantáneas a partir de 1917, cuando Coburn abandona el estilo que le había hecho famoso y desarrolla su pasión por la fotografía mística y religiosa, con unas obras más simbólicas, abstractas y experimentales.