Vecino de Chueca, según consta en una de las denuncias de una de sus víctimas, Tomás Sánchez Pacheco habría estado engañando presuntamente a decenas de dueños de pisos, inquilinos e inmobiliarias con un modo de proceder que repetía de forma compulsiva: aportando nóminas falsas, con las que pretendía mostrar su solvencia, alquilaba pisos a su nombre para después subarrendarlos a personas con especiales dificultades para acceder al alquiler de una vivienda, según publica nuestra cabecera hermana, Somos Malasaña, en un reportaje en profundidad en el que aglutina más de una decena de testimonios de víctimas de este presunto timador.
Según ese reportaje, Sánchez Pacheco se las arreglaba para conseguir las llaves de los pisos que alquilaba sin haber satisfecho el pago de la renta del mes en curso ni el de las fianzas que se le pedían. En la mayoría de ocasiones, en el momento de la firma de los contratos con los propietarios de los pisos, presentaba comprobantes de haber realizado transferencias bancarias por el importe acordado, transferencias que jamás llegaban a las cuentas de sus caseros. Al mismo tiempo, subarrendaba rápidamente esas propiedades a inmigrantes con quienes firmaba contratos que les hacía creer que estaban dentro de la legalidad, obteniendo de ellos dinero por adelantado en concepto de gestión inmobiliaria, mes de alquiler y mes de fianza.
Cuando los propietarios de los pisos que alquilaba Sánchez Pacheco trataban de recuperar sus viviendas, al ver que las transferencias prometidas no llegaban, se encontraban con que quienes estaban en sus pisos eran los inmigrantes presuntamente estafados por el citado individuo.
Con oficina en Chueca
Con oficina en Chueca
Este presunto timador ha tenido oficina hasta hace pocos días en Chueca. Durante los meses de noviembre, diciembre y parte de enero, mantenía oficina simultáneamente en dos coworkings de la zona: V,I,L,L,A,G,E, situado en la calle San Lorenzo e Impact Hub, en Serrano Anguita. Allí citaba a los inmigrantes que se convertirían en sus futuras víctimas y operaba su supuesta empresa de asesoría inmobiliaria, Euro América. Según distintas declaraciones, Sánchez Pacheco se aprovechaba de la presencia y seriedad de ambos edificios de trabajo compartido para dar confianza a sus clientes.
Ambos coworkings afirman que Sánchez Pacheco les dejó dinero a deber, al tiempo que también se declaran víctimas de esta persona, que consiguió engañarlos pese a los filtros que tienen para evitar que cualquiera acceda a uno de los espacios de trabajo que comercializan.