Ni los vecinos ni las plataformas y asociaciones de alquiler turístico han recibido de buen agrado el Plan Especial de Usos del Hospedaje que aspira a ilegalizar el 95% de las viviendas de uso turístico de la ciudad de Madrid. Ambos colectivos consideran que la medida les perjudica y piden al Ayuntamiento de Madrid que de marcha atrás.
Según la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos del Distrito Centro de Madrid el Plan Especial, de la que forma parte la Asociación de Vecinos de Chueca (AVChueca), servirá para todo lo contrario de lo que afirma el delegado del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo. En su opinión, en vez de frenar la proliferación de viviendas de uso turístico (VUT) legalizará la totalidad de ellas, “actividades que hoy por hoy están fuera de la legalidad urbanística del PGOUM”, explican en un comunicado.
El principal problema es que las viviendas de uso turístico son, urbanísticamente hablando, un uso terciario del tipo de hospedaje en lugar de residencial. Esto conlleva que, como cualquier actividad lucrativa, sea necesaria una licencia previa para poder llevar a cabo la actividad de manera regular, como cualquier otro tipo de negocio.
“Estamos ante un intento de legalización masiva – una suerte de amnistía – de una actividad que a todos los efectos – en el marco del actual Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM) – no es legal”, señala la plataforma vecinal. Una situación que sería aún más restrictiva en el caso del distrito Centro, donde el PGOUM especifica que para su cambio de uso de residencial a hospedaje es necesario disponer de acceso independiente desde la calle.
Sin embargo, como la mayoría de edificios residenciales de Centro no disponen de ese acceso, prácticamente la totalidad de los alojamientos de uso turístico no pueden tener calificación de hospedaje y operarán como “viviendas de uso turístico”, tal y como ya están haciendo.
Esta plataforma vecinal considera que el Ayuntamiento está “vendiendo humo” porque la obligatoriedad de disponer de ese acceso independiente para el cambio de uso a hospedaje ya existe y lamentan que desde la llegada de Manuela Carmena hace ya tres años no se haya “hecho absolutamente nada para parar este fenómeno tan agresivo con los residentes”.
Además, plantean que el inminente Plan anunciado por Calvo tardará meses en su tramitación y que con toda seguridad no se podrá aplicar hasta la próxima legislatura y dependiendo de quien gane las próximas elecciones municipales. Pero, lo que más molesta a estas asociaciones de vecinos, es que se afirme que se trata de una iniciativa consensuada “en una supuesta mesa de participación”, de la que afirman no conocer ni siquiera su existencia y, menos aún, que hayan existido aportaciones de los vecinos a ese Plan.
Por su parte, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) se muestra menos crítica, pero manifiesta tener una sensación “agridulce” porque, aunque consideran positivo que el Ayuntamiento haya tomado cartas en el asunto, “se ha demorado demasiado en el tiempo y que es manifiestamente insuficiente”, lamentan .
La FRAVM recrimina en un comunidado que el Plan se centre exclusivamente en la regulación de las VUT cuando las asociaciones vecinales consideran necesaria la elaboración de un Plan de Ordenación de la Oferta Turística en toda la ciudad, no solo en las áreas delimitadas por el equipo de Carmena, que incluya tanto las VUT como otro tipo de establecimientos de hospedaje.
Además, solicitan a los responsables municipales que declaren Centro como “zona saturada” y que se prohíba la apertura de establecimientos que ofrezcan nuevas plazas de hospedaje y que, incluso, se plantee la posibilidad de reducir esas plazas de alojamiento.
Al igual que la Plataforma de Asociaciones de Vecinos de Centro la FRAVM lamenta que, a pesar de las Normas Urbanísticas, en número de VUT continúa aumentando, lo que a su juicio revela “un clamoroso fallo de los mecanismos de inspección y sanción” ampliando la responsabilidad del Ayuntamiento al gobierno regional, tal y como señalaba en su informe el Defensor del Pueblo.
En su texto también reclaman que los servicios encargados de las inspecciones y los expedientes de disciplina urbanística cuenten con los recursos humanos, materiales y legales necesarios para que las normas no se conviertan en papel mojado. En este sentido consideran que la ampliación de la plantilla de inspectores con 22 nuevas incorporaciones desde julio es escasa para la situación actual.
Otro punto que les parece cuestionable es el límite de 90 días de alquiler al año como requisito para calificar las VUT. La FRAVM considera que es muy fácil burlarlo y defiende que este tipo de alojamientos turísticos lo son desde el primer día y no es “economía colaborativa”.
#paremoselplan, la campaña contra la prohibición de las VUT
Aunque la mayoría de los profesionales, plataformas y asociaciones de alquiler turístico no han declarado públicamente qué valoraciones hacen del Plan de Usos del Hospedaje municipal, Madrid Aloja ha optado por poner en marcha una campaña en redes sociales que, con la etiqueta #paremoselplan, plantea la necesidad de paralizar la iniciativa del Ayuntamiento.
Esta asociación de pequeños propietarios y gestores de viviendas y alojamientos turísticos de la Comunidad de Madrid considera que si la norma municipal prospera, muchas familias de Madrid perderán su legítima fuente de ingresos y que se perderían cerca de 3.000 puestos de trabajo.
Porque, según señala Madrid Aloja, las “viviendas turísticas no solo impulsan el turismo sino también fomentan y contribuyen a la subsistencia de los pequeños negocios de barrio”. Por ello, en la campaña de redes sociales se personalizan los mensajes con casos como el de Raúl, comerciante, que afirma que sin turistas se verá obligado a cerrar; o Noelia, con dos hijos y en paro, cuya única fuente de ingresos es la VUT.
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