La Virgen pone fin a la fabricación de cervezas, después de 13 años de historia. Una de las cerveceras madrileñas más jóvenes anunció este lunes el cese de su actividad y el despido de sus 78 trabajadores, además del futuro cierre de sus locales en la Comunidad de Madrid.
El final de la compañía llega después de los problemas de licencias para el funcionamiento de la fábrica de la empresa, situada en el Európolis de Las Rozas. El consistorio de la localidad ya había obligado al cierre del bar ubicado en este polígono por falta de permisos.
“Nos hemos enfrentado a una situación compleja en materia de obtención de permisos para la ubicación insignia de la empresa en Las Rozas. Este hecho, en combinación con la difícil situación financiera existente, ha llevado a Cervezas La Virgen a tomar esta difícil decisión”, explica la cervecera artesanal.
La Virgen anuncia también la apertura de un proceso de “diálogo y negociación” con los sindicatos, informaron a Europa Press fuentes de la compañía. La compañía tiene intención de llevar a cabo este proceso desde el “máximo respeto” hacia sus trabajadores, con el objetivo de llegar a un acuerdo que minimice, en la medida de lo posible, el impacto social que supone esta decisión.
Seis establecimientos abiertos, a la espera del cierre
El final de las actividades empresariales de La Virgen acabará también con sus seis bares abiertos en Majadahonda, X-Madrid (Alcorcón) y Madrid ciudad. La intención de la compañía es mantener los locales abiertos “para atenderos durante este proceso”, anunciaron sus responsables en una publicación de Instagram.
En la capital La Virgen cuenta con un local en el Mercado de San Fernando (Lavapiés) y una importante presencia en el distrito de Chamberí, donde posee puestos en los mercados de Vallehermoso, Chamberí y también con un amplio establecimiento en la calle José Abascal.
La decisión del cierre llega dos meses después de que cerrara su bar insignia de Las Rozas por los citados problemas con la licencia, así como la venta online de su producto.
Entonces, sus responsables confiaban en que su decisión fuera “temporal” y que pudieran encontrar “una solución razonable a las dudas del Ayuntamiento”. Algo que finalmente no se ha producido y ha abocado al cierre de la cervecera.