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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Un asesor de Almeida y miembros de Nuevas Generaciones del PP cocinaron bulos de las elecciones en la Complutense

“Chavales me ha llegado esto diciendo que mañana no hay clase”. Con esa frase se iniciaba uno de los bulos que han marcado las elecciones a rectorado en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). “¿Conoces a este chico que ha hablado por el grupo?”, fue la pregunta que más tarde se repitió entre el alumnado de Ciencias Políticas durante la segunda vuelta de los comicios. El martes a las 23.22, un sospechoso mensaje llegaba a tres chats distintos de estudiantes de este grado en el campus de Somosaguas. Era un supuesto comunicado anunciando el cierre de la Facultad debido a una avería en el suministro hidráulico, algo que ya había ocurrido pocas semanas atrás.

Pero la apariencia poco oficial del documento provocó que desde el principio otros miembros de los chats lo calificaran de “fake”. Tampoco ayudó la coincidencia con unas votaciones que han culminado con una victoria del rector Joaquín Goyache sobre la candidata Esther del Campo, después de un enfangado final de campaña. No en vano, esa parece ser la razón del bulo a tenor de lo que cuentan muchos testigos de lo ocurrido en la Complutense estos últimos días. El objetivo no sería otro que desmovilizar al alumnado en uno de los grandes feudos de la candidata, decana de la Facultad de Sociología y Políticas en Somosaguas.

El asunto ha adquirido un nuevo cariz después de que algunos de los estudiantes que vieron el mensaje, con los que ha podido conversar Somos Madrid, investigaron el número desde el que se envió antes de que los administradores de los grupos procediesen a borrar la imagen y la persona que la lanzó abandonara el chat. Este medio ha podido verificar que se trata de Álvaro Hernández Crespo, asesor del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y presidente de Nuevas Generaciones del PP en el distrito de Hortaleza. Por el primero de estos cargos cobra una retribución anual cercana a los 50.000€, como puede consultarse en el portal de transparencia del Ayuntamiento de Madrid. Hernández Crespo no figura además como miembro de la comunidad universitaria en la base de datos de la UCM.

Preguntada a este respecto en la Junta Municipal de Gobierno, la portavoz del consistorio madrileño, Inmaculada Sanz, dice que “aún no tienen información suficiente para valorar” la información. Se ha limitado a añadir que “es una cuestión que no tiene nada que ver con el Ayuntamiento de Madrid porque son actuaciones a título individual”.

Hernández Crespo ya protagonizó una polémica en 2017, cuando apareció en una imagen conduciendo la llamada furgoneta antiCarmena sin cinturón de seguridad y junto a otros dos militantes. Los tres hombres estaban sentados en los asientos de piloto y copiloto mientras uno de ellos conducía.

Una estudiante de la Facultad explica a este diario que el grupo por el que le llegó el bulo tiene poca actividad, ya que los dejan de utilizar cuando pasan de curso y lo enviaron en el del año anterior. “Tal cual lo vi me pareció que olía muy mal, no tenía ningún tipo de sello académico y ni siquiera parecía un correo”. Cuando respondieron que parecía una información falsa, “eliminaron para no dejar pruebas”, sostiene esta alumna. No obstante, algunas capturas de pantalla todavía permiten ver el contenido. El gerente del campus de Somosaguas, Javier Fernández, tuvo que desmentir la noticia a través de un mail dirigido al personal y el alumnado. En él avanza que dará “cumplida información de este hecho a la Junta Electoral Central” por si pudiese constituir “delito electoral”.

Otros integrantes de Nuevas Generaciones, entre ellos su líder Ignacio Dancausa, se dedicaron en la jornada de este miércoles a repartir sobres con papeletas del rector Joaquín Goyache en plenas votaciones, algo que no permite la ley electoral. La Policía Nacional llegó a interceptarles y pedirles su identificación. Dancausa increpó incluso a un estudiante que le recriminó su actuación, al que llamó “hijo de puta” y amenazó con darle una paliza. El alumno se está planteando ahora emprender acciones legales para denunciar los hechos.

Una campaña en la que “se han traspasado todos los límites”

Desde que anunciara su Acuerdo por el Cambio con las candidaturas más apoyadas que no accedieron a segunda vuelta, los ataques y difamaciones contra Esther del Campo por parte de sectores afines a Goyache se han recrudecido. Ha sido acusada de querer incluir a Juan Carlos Monedero en su equipo de gobierno o suprimir el vicerrectoado de estudiantes. A través de maniobras en redes sociales y en la propia UCM, como la pega de carteles vinculándola a Podemos cuando la campaña electoral ya había finalizado (no estando por tanto permitidas estas acciones), simpatizantes del rector han buscado menoscabar las opciones de su rival. Algo que se ha refrendado con los resultados electorales, donde Goyache ha logrado el 54,99% de los apoyos por el 44,65% de la decana de Políticas.

Goyache se ha impuesto incluso entre el estudiantado, sector en el que su contrincante venció en la primera vuelta de forma destacada gracias a su lema Rectora de los estudiantes. Fuentes de la campaña de Esther del Campo denuncian a este medio que desde rectorado fletaron autobuses procedentes de los centros adscritos para que el alumnado apoyase en masa, con su voto designado desde la propia institución, al actual mandatario de la UCM. “En rectorado, donde se registran las papeletas procedentes de dichos centros, Goyache obtuvo los más de 400 sufragios registrados de estudiantes, salvo uno”.

Se nos ha acusado de politización cuando si viniera un observador externo comprobaría que quien ha politizado es la otra parte, gente cercana a Goyache

Desde el entorno de la catedrática de Ciencia Política y Administración, en declaraciones a Somos Madrid, adelantan que ante todas estas “irregularidades” se abren a reflexionar la posibilidad de presentar una denuncia. “Lo que sí hemos hecho ya es poner reclamaciones a la Junta Electoral, el delito electoral al repartir papeletas y propaganda en plenas votaciones es evidente y trasciende incluso a la Complutense”, manifiestan. Condenan también el comportamiento de Ignacio Dancausa, que “va contra la ley de convivencia universitaria”.

Estas fuentes reconocen que a la hora de votar “el marco discursivo de Podemos, la explotación del miedo, ha calado”. Lamentan que se les ha acusado de politización, algo que ha sugerido el propio rector, “cuando si viniera un observador externo comprobaría que quien ha politizado es la otra parte, gente cercana a Goyache”. Su conclusión es que “se han traspasado todos los límites”.

La misma universitaria que explica el lanzamiento de la noticia falsa a través del chat muestra su preocupación por lo que se ha vivido estos días en la Complutense: “La propaganda sobre la ideología o las relaciones de Esther del Campo y sobre que la Facultad de Políticas es un antro al final molesta a los estudiantes. Nos están desprestigiando en algo que para nosotros es muy importante”.