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El concierto de Harry Styles en Villaverde también superó los niveles de ruido y provoca una multa de 19.000 euros

Harry Styles, durante uno de los conciertos de su última gira

Diego Casado

Madrid —

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El nuevo recinto de conciertos abierto en el extremo sur de Villaverde ha ocasionado importantes problemas de ruido en los dos únicos eventos que ha celebrado. El lunes el Ayuntamiento de Madrid confirmó que ha abierto al menos un expediente sancionador por superaciones de ruido durante el primer festival que alojó, el Mad Cool del pasado mes de julio, que será multado con 22.001 euros por incumplir su licencia sonora. Y este periódico puede confirmar que una semana mas tarde y durante el segundo evento, el concierto de Harry Styles, la música también rebasó los límites autorizados por el consistorio.

Las actas de la Policía Municipal a las que ha tenido acceso Somos Madrid revelan que el ruido fue mayor al permitido en hasta al menos seis ocasiones durante el pasado 13 de julio. Las superaciones sonoras en la actuación del exmiembro de One Direction se produjeron desde las 17.00 horas y hasta unos minutos después de la medianoche, durante una jornada de caos organizativo en los accesos y salidas al recinto.

El exceso de ruido fue mayúsculo. Al contrario que en el caso del Mad Cool, donde hubo 19 actas policiales por rebasar los límites pero la mayoría los superaban por escasos decibelios, en el caso de Harry Styles los altavoces atronaron muy por encima de lo que permitía su licencia: en cinco de las seis mediciones hay niveles sonoros de entre 11 y 26 decibelios sobre el límite, lo que es clave a la hora de dirimir las posibles sanciones del Ayuntamiento de Madrid. El evento no contaba con autorización para superar los niveles sonoros habituales.

El importe de la multa por la actuación de Hazza se desconocía en una primera versión de esta información, pero el Ayuntamiento de Madrid comunicó posteriormente a su publicación que será de 19.000 euros, después de haber abierto un segundo expediente por ruido en este recinto. Los tendrá que pagar la empresa organizadora del concierto, Live Nation.

La compañía se enfrenta a una infracción tipificada como “muy grave” por la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT), lo que contempla multas de 12.001 euros hasta 300.000 euros. También podría haber acarreador la “clausura de las instalaciones por un periodo no inferior a dos años” o la “prohibición temporal o definitiva del desarrollo de las actividades generadoras de la infracción”.

Los vecinos ya advirtieron de los problemas por el ruido

El concierto se celebró en el nuevo Iberdrola Music, un espacio para macrofestivales que estrenó Mad Cool el 6 de julio y que aspira a convertirse en sede habitual de espectáculos musicales. Pero su ubicación despertó desde el primer día protestas entre los vecinos de la Colonia Marconi y los de Getafe Norte, temerosos de los problemas que pudiera generar un lugar en el que se prevén muchas actuaciones nocturnas. En el mes de junio ya avisaron de que los mapas de ruido que les habían mostrado los empresarios impulsores del recinto eran “irreales” y no se cumplirían.

En el Ayuntamiento de Getafe también se muestran muy críticos con la situación creada en la zona y estudian cómo denunciarla en los tribunales: “Estamos analizando judicialmente la fórmula para imponer sanciones a los responsables de la celebración de los conciertos en el recinto Iberdrola Music, no solo por Mad Cool sino por el resto de conciertos. La dificultad principal es que fue el Ayuntamiento de Madrid quien concedió la licencia para el recinto y quien permitió que se superaran los límites de ruido, además de los problemas de movilidad”, explica a Somos Madrid un portavoz del consistorio de esta localidad, cuyos terrenos hacen frontera con los del recinto para festivales. Tanto vecinos de Villaverde y Getafe como políticos se manifestaron unos días antes del macrofestival alertando de las molestias que generaría. Por la parte de Getafe acudieron miembros del gobierno, en manos del PSOE, pero también el portavoz del PP en la localidad.

Después del evento, la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, trasladó la información sobre los problemas generados en la movilidad y los excesos de ruido detectados al concejal de Medio Ambiente de la capital, Borja Carabante, en una reunión que tuvo lugar antes de la suspensión del Reggaeton Beach Festival. Tanto el Ayuntamiento como los vecinos, siguen reclamando hoy que se retire el recinto de forma definitiva y que no vuelvan a celebrarse eventos, “porque ni el Ayuntamiento de Madrid ni los promotores son capaces de buscar una solución a la movilidad para que los asistentes no utilicen Getafe en las entradas y salidas”, añaden fuentes municipales getafenses aludiendo al “caos que se origina en el entorno poniendo en riesgo la seguridad”.

La explanada del Mad Cool, aka Iberdrola Music, es parte de un proyecto más grande con el que los promotores del festival apuestan por abrir un gran recinto para conciertos al aire libre en Madrid, invirtiendo 12 millones de euros en adaptar los terrenos donde se asienta, un antiguo trigal. Para ello buscaron la financiación de la cervecera Mahou, que compró el 51% de Mad Cool Events, la empresa propietaria de los terrenos, montada por las mismas personas que organizan el festival. Sus planes pasan por seguir acondicionando el terreno, plantar palmeras y rentabilizarlo con alquileres para eventos durante los próximos años. Aunque de momento el Mad Cool ha evitado anunciar que ocupará este espacio cuando anunció las fechas para su edición de 2024.

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