El último Pleno del Ayuntamiento de Madrid antes de las vacaciones vivió su episodio más tenso políticamente hablando entre una concejala municipal y una persona que no se encontraba presente. Fue cuando la edil de Vox Carla Toscano llamó “filoetarra” al delegado del Gobierno, Francisco Martín, durante una de sus intervenciones.
La concejala del partido de ultraderecha reiteró sus palabras en el mismo Pleno ante las quejas de Reyes Maroto, portavoz municipal socialista y compañera de partido de Martín en el PSOE. “Su afinidad con Bildu la expresó el propio delegado del Gobierno en Madrid”, aseguró.
Maroto pidió al presidente del Pleno que llamara al orden a la edil por el exabrupto, pero Borja Fanjul (PP) lo rechazó: “Eso no se puede hacer en el Ayuntamiento de Madrid, no se puede retirar. Lo que está en el acta, está en el acta”, contestó a la socialista .
Ante esto, Maroto ha pedido a Fanjul que llamara al orden a Toscano, en aplicación del Reglamento Orgánico del Pleno, artículo 79 A. “Ya he escuchado que me ha leído usted el reglamento, se lo agradezco mucho. No voy a llamar al orden a la señora Toscano”, zanjó Fanjul.
El insulto fue repetido horas después por la propia Carla Toscano en su cuenta de X. El propio Francisco Martín lamentó su comentario y anunció “las correspondientes acciones legales”.
Fuentes de la Delegación del Gobierno confirman a este periódico que Martín presentará una denuncia por daños al honor. Su equipo está valorando el formato de la demanda que incoará contra la concejala del Ayuntamiento.
En un mensaje en redes sociales, Martín había escrito antes del segundo insulto que la democracia “venció a ETA hace más de 12 años” y que calificarle a él de “filoetarra” es “insultar y mentir pero, sobre todo, es volver a despreciar la memoria de las víctimas del terrorismo”. “Dejen de manosear el sufrimiento. Dejen de causar dolor”.
Además, también criticó la “bochornosa también la actitud de Borja Fanjul. Un PP de Madrid que es indistinguible de Vox”. Francisco Martín mantiene desde hace meses una relación difícil con el PP municipal y con el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, con quien ha chocado últimamente en varias ocasiones. La última, a raíz de los permisos para celebrar el Mad Cool en el recinto de Villaverde.