Desalojan el centro social La Atalaya de Vallecas, uno de los bastiones del movimiento okupa en Madrid

Lourdes Barragán

26 de noviembre de 2024 10:55 h

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La Policía ha desalojado este martes el centro social Atalaya, en Vallecas, uno de los más grandes y conocidos de Madrid. Los miembros del CSO (Centro Social Okupado) lo denunciaban en sus redes sociales por la mañana, en las que también se han difundido vídeos e imágenes de la operación policial para vaciar el espacio. Se encuentra junto al parque Javier de Miguel y su historia es notablemente conocida en la capital.

El Movimiento Antirrepresivo de Madrid, en su cuenta de X, también se hacía eco del desalojo y ha pedido a todo el que pueda que se desplace a la zona para impedir este movimiento. A las 19:30 horas se convocaba una manifestación urgente frente a la Asamblea de Vallecas, sede del Gobierno regional ubicada en la misma zona que el centro social, para protestar por los últimos acontecimientos.

El edificio que hasta ahora albergaba este centro social es propiedad del Ivima, el Instituto de la Vivienda de Madrid, un organismo económico y financiero de la Comunidad de Madrid. Antes era un colegio, pero desde 2014 comenzaron a llegar los primeros ocupantes del centro que es actualmente. El Gobierno regional, preguntado por esta cuestión, dice no saber si se avisó antes o no, como denunciaron los ocupantes esta mañana, pero destacan que al no haber “más propietarios oficiales” que ellos mismos, lo lógico sería que no supieran a quién hay que notificar y procedieran directamente al desahucio. Ni el departamento responsable a nivel autonómico ni la Policía Nacional informan de qué orden judicial ha sido la que ha activado el operativo, pero ambos coinciden en que este mecanismo es el que ha propiciado el giro de tuerca.

Sí concretan fuentes del cuerpo policial que en el operativo se desplegaron a varias unidades, entre ellas la UIP (Unidad de Intervención Policial) y algunas comisarías de distrito, en una actuación que definen como “tranquila y sin incidentes”. En el interior del edificio, desde hacía tiempo, se organizaban diversas actividades. Había surgido un movimiento con tintes anarquistas y de tono juvenil, que terminó perfilándose como un espacio multiusos. Ha funcionado tanto como sala de reuniones, gimnasio de boxeo, taller de forja o fábrica de bicicletas, biblioteca, academia de clases extraescolares, huerto urbano, aula de debate feminista... La lista de opciones es infinita. En la misma entrada se exponen los horarios de las que se celebran diariamente, y que atraen especialmente a participantes del barrio, sean jóvenes o mayores.

Este desalojo ha sido repentino y, según lo que se denuncia en un primer momento el CSO en X, tampoco fue comunicado a los ocupantes de Atalaya. Tras una década de historia como parte del movimiento okupa de Madrid, parece llegar su final. Quedará ver si la concentración de esta tarde, que además coincide con el debate de los presupuestos municipales en Cibeles, logra mover algunos hilos y devolver la esperanza a quienes quieren seguir manteniendo el espacio que se ha construido desde 2014.

De lo que sí había constancia era de que el alcalde José Luis Martínez-Almeida estaba rehabilitando la zona que rodea al parque junto al que se ubica el centro. La idea era construir un itinerario peatonal entre miradores, pero desde el CSO se deslizaba que podía tratarse de un negocio urbanístico para intentar un desalojo. Independientemente de que estas hipótesis fueran ciertas o no, el desalojo ha terminado por llevarse a cabo. De hecho, existía una investigación previa por usurpación y un oficio a la comisaría para proceder al desahucio.