Despliegue de paraguas en los colegios para exigir a Ayuso medidas contra el calor

Nerea Díaz Ochando

Madrid —
23 de mayo de 2024 22:00 h

0

Queda muy poco para que el calor se instale de forma definitiva en la capital y con la subida de temperaturas regresan un año más los mismos temores de cada verano en los colegios. Elia Villate, madre de una alumna del CEIP Vázquez de Mella y profesora en un instituto público de la ciudad, ya está mentalizada para lo peor: “La probabilidad de que nuestros hijos sufran golpes de calor es muy alta”. Esta es la realidad a la que se enfrentan familias y docentes de los centros escolares de Madrid, una situación que no pilla a nadie por sorpresa, ya que llevan desde 2023 esperando una solución efectiva por parte del Gobierno regional a esta problemática.

Después de un año de espera, el pasado 14 de mayo, la Comunidad de Madrid aprobó el Plan de Actuación ante Episodios de Altas Temperaturas, enfocado en los centros sociosanitarios y el ámbito educativo. Entre las medidas adoptadas se encuentra la adaptación del horario lectivo a las circunstancias meteorológicas y la instalación de ventiladores y unidades enfriadoras en suelo radiante en algunas escuelas infantiles.

Pero este plan no resulta suficiente para las familias: “A pesar de que tienen claras las recomendaciones, no hacen nada. Los patios sin soportales ni árboles que garanticen una sombra son verdaderas parrillas de cemento en las que no se puede estar en las tardes de junio”. “Si hay suerte como este año y los peores calores tardan en llegar, los niños y niñas podrán sobrellevarlo unas semanas más, pero existe una solución efectiva”, afirma la portavoz del CEIP Vázquez de Mella.

Ni Elia ni las familias de otros doce colegios de la capital piensan resignarse ante lo que está por venir y este viernes saldrán a la calle para denunciar las altas temperaturas que se alcanzan en los patios escolares y en las aulas de los centros educativos públicos de la región. Los padres y madres señalan como responsable directo al Gobierno de Ayuso: “Son los que han montado la infraestructura, aunque ellos echan la culpa al Ayuntamiento porque son los que se encargan del mantenimiento de las instalaciones”.

"Los patios son verdaderas parrillas de cemento"

“A pesar de que el resto de edificios públicos tienen garantizadas unas condiciones de confort térmico, de acuerdo a la normativa, que marcan en 27ºC la temperatura máxima permitida en los espacios interiores, esto no ocurre en las escuelas infantiles, colegios públicos e institutos de la Comunidad de Madrid, donde se han llegado a registrar temperaturas superiores a los 38 grados en las aulas, sin que las administraciones de Ayuso y Almeida hagan nada para evitarlo”, cuenta María, madre de otro colegio público implicado en la convocatoria.

En el caso de las escuelas infantiles, son varios los casos en los que en veranos anteriores se rozaron los 40 grados, dado el inaceptable nivel de abandono en el que se encuentran muchas de las guarderías de gestión indirecta de la Comunidad de Madrid. “La situación es la misma tanto en escuelas infantiles como en colegios e institutos, con la diferencia de que los bebés no pueden verbalizar lo que les ocurre y esto incrementa el riesgo de golpes de calor muy graves”, explica Elia.

El calor es un grave peligro cuando implica a niños. Antonio, del CEIP Ignacio Zuloaga, ha vivido en sus propias carnes las consecuencias de esta desprotección, ya que sus dos hijos, de 5 y 9 años, sufrieron un golpe de calor el año pasado que les tuvo toda la tarde en el centro de salud. No son casos aislados ni una situación puntual. De hecho, el propio Gobierno regional remite en la web de la Comunidad de Madrid a la recomendación de la Asociación Española de Pediatría de extremar las medidas de lucha contra las altas temperaturas en los espacios en los que se encuentren niñas y niños pequeños, y avisa del alto riesgo que supone un golpe de calor para los más pequeños.

Las familias aseguran que si los colegios contasen con las instalaciones necesarias el riesgo se reduciría a mínimos, una situación que es extrapolable a otros espacios públicos de la capital. Por lo general, Madrid es una ciudad mal adaptada a las altas temperaturas y los peligros del calor también están presentes en plazas, calles o parques. No hay muchos rincones que se salven de los efectos del sol, ya que la gran mayoría de la ciudad está cubierta de asfalto y la vegetación escasea.

Para combatir las altas temperaturas que se esperan este verano, la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, ha adelantado este jueves una batería de ocho medidas, que incluye que el Consistorio cree una red de refugios climáticos, como pueden ser bibliotecas o centros culturales, de modo que exista uno por barrio abierto hasta las 22.00 horas todos los días de la semana para comprometerse a que cada madrileño disponga de uno a menos de 15 minutos andando desde su domicilio.

Algo similar buscan estos padres y madres, un espacio en el que los niños y niñas estén seguros hasta que puedan volver a casa a mediodía. “Necesitamos medidas efectivas que permitan a nuestros hijos ir a clase para aprender y no para sufrir”, indica Elia.

Paraguas al sol para frenar el calor

Este 24 de mayo, asociaciones de familias de distintos centros de la capital acudirán a sus respectivos centros educativos equipados con paraguas como símbolo contra el calor en los patios y aulas. La falta de preparación de las edificaciones y los patios suponen un peligro para la salud de las niñas y de los niños de los centros, además de dificultar el aprendizaje y la concentración.

Los padres y madres han recopilado una serie de medidas que ayudarían a conllevar el calor en los colegios como son la instalación de pérgolas en exteriores y ventiladores en techo de las aulas, la plantación de arbolado y otros elementos vegetales en una fecha adecuada que facilite su supervivencia, la presencia de agua o el aumento de la superficie natural en patios y entornos en detrimento de asfalto y cemento. Estas son algunas de las propuestas que consideran que deben formar parte de un plan a corto, medio y largo plazo, coordinado entre administraciones y dotado de presupuesto específico.

Con estas demandas basadas en la salud, las familias se reunirán viernes a partir de las 16.00 horas frente a las puertas de sus centros educativos, equipados con paraguas, adultos e infantiles, con los que generar una improvisada gran sombra y simbolizar la falta de recursos en patios y aulas ante la llegada de las altas temperaturas.

Actualmente hay alrededor de doce colegios implicados en esta iniciativa, aunque son muchos los interesados y seguramente se sumen más en las próximas semanas. El compromiso por parte de las madres y los padres es claro y no piensan parar hasta que sus hijos puedan asistir a clase en unas condiciones dignas durante los meses de más calor, de hecho, ya están pensando en nuevas acciones: “Lo próximo serán termometradas”.