El festival de luces que por segundo año consecutivo ocupa las noches del Jardín Botánico de Madrid se ha ganado las críticas de Ecologistas en Acción, organización que considera que provoca “masificación, contaminación sonora y lumínica”, con “impactos importantes sobre flora y fauna”, asegura.
Origen, el espectáculo de este año de la Naturaleza Encendida de este espacio dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIS) propone un recorrido nocturno por las instalaciones del Botánico, llenas de luces y sonidos de 18.00 a 0.00 horas, durante los meses de noviembre, diciembre y parte de enero. Ecologistas considera que “las molestias y daños significativos a la fauna y flora son inevitables cuando se trata de una instalación de cientos de metros de cableado, un elevado número de luces en los árboles, y una masificación del recinto”, aseguran en un comunicado.
La asociación ecologista lamenta que el gentío de visitantes sustituya “la oscuridad y el silencio de este lugar emblemático, que es además uno de los pocos refugios de la biodiversidad madrileña”. “Se trata de un espectáculo más propio de un parque de atracciones que de un lugar dedicado, teóricamente, a la conservación y educación ambiental”, a la vez que denuncian la “mercantilización” de un proyecto “únicamente destinado a obtener beneficios económicos”, sin fines científicos ni educativos.
Ecologistas en Acción recuerda que el Jardín Botánico es utilizado como refugio y lugar donde dormir por muchas aves urbanas como el picogordo, el zorzal común o la paloma zurita. También es un eespacio en el que especies de mariposas como la Vanessa atalanta, la Argynnis pandora o la Issoria lathonia pasan los meses más duros del año en estado de larvario. Las luces y sonidos del evento podrían estar afectando a las especies de este histórico espacio, que desde 1939 pertenece al CSIC. La organización cita estudios de Alicia Pelegrina en los que se analiza cómo incide en su bienestar. “Numerosos trabajos científicos señalan que la luz artificial también afecta negativamente a los insectos, siendo uno de los factores clave en el descenso de su población” y “recientes estudios demuestran que la exposición continuada a luz artificial provoca en las plantas alteraciones en sus redes tróficas, floración y crecimiento”.
Críticas por el greenwashing en el Botánico, Articus y la Complutense
El comunicado destaca que la empresa promotora de la Naturaleza Encendida lo anuncia como “Evento Sostenible Alineado con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible)”, pese a que se trata de un espectáculo de luces “innecesario y ecológicamente inaceptable”. El gasto energético que genera “no puede ser calificado como sostenible, especialmente en un contexto de emergencia climática y donde los alumbrados navideños empiezan a ser cuestionados cada vez más socialmente”.
En ese sentido, desde Ecologistas se critica especialmente que la empresa patrocinadora del evento sea Hyundai, el cuarto fabricante de automóviles a nivel mundial. “La industria automovilística es responsable de emitir cada año aproximadamente el 10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero”, recuerdan a la vez que cifran en más de 400 millones de toneladas de CO2 las que emite el grupo Hyundai-Kia cada año. Los denunciantes aseguran que la empresa de coches busca “asociar su imagen a entidades con prestigio social, especialmente relacionadas con la conservación de la naturaleza, como es el caso del Real Jardín Botánico”, algo que califican de greenwashing.
Las críticas se extienen a otros eventos navideños como la feria Árticus de la Casa de Campo, que comienza la semana que viene, y El Mantantial de los Sueños, en el Jardín Botánico de Ciudad Universitaria, responsabilidad de la Complutense. “Entre los patrocinadores y colaboradores de ambos eventos destacan multinacionales como Coca-Cola y la petroquímica Repsol”, explican a la vez que denuncian el uso de la expresión “sostenavilidad” en un evento que recrea el ártico “con el derroche energético que conlleva”. “En ningún momento se ha valorado el impacto que estos eventos tendrían sobre el patrimonio, la movilidad, la flora y fauna de la Casa de Campo y del Jardín Botánico de la Universidad Complutense”, concluyen.