La economía circular del festival patrocinado por Ayuso: el dinero para “cuidar océanos” irá a su propia fundación, sin casi actividad
Los mensajes motivacionales y ecologistas son parte fundamental de MadBlue, un festival que arranca este fin de semana en el Parque del Oeste de Madrid apelando a la conciencia de su público a través de “un intercambio musical y cultural unidos por un objetivo común: el cuidado de nuestros océanos”. En su página web usa términos como “economía circular” y promete “experiencias únicas y sostenibles” a los asistentes al evento, que se celebra bajo el lema “De Madrid a los océanos”.
¿Cómo se mejora el medio ambiente asistiendo a un festival de música en mitad de un parque público? La única iniciativa puesta en marcha por el festival consiste en la “concienciación” buscando voluntarios para limpiar el recinto, ubicado en el paseo de Camoens de la capital. Además, parte de los 70 euros que cuestan sus abonos (no se indica qué cantidad) irán destinados a la Fundación Piel de Atún, “para proyectos de preservación de los océanos y participación en acciones de recuperación de ríos en la Comunidad de Madrid”.
Piel de Atún es una fundación de la que apenas constan actividades para la mejora medioambiental. En su página web oficial solo anuncia varios proyectos a ejecutar “próximamente” relacionados con los bosques y el carbono azul. Y en la página web del Madblue solo se informa de una limpieza de una zona del río Jarama que tuvo lugar el pasado 24 de junio. Entonces, una veintena de personas recogieron allí 100 kilos de desperdicios durante tres horas y media, dentro de una acción más amplia montada por Biotherm y la Fundación Ecoalf.
La productora del festival MadBlue es la empresa Wezama Dreams, que recibe 100.000 euros de patrocinio de la Comunidad de Madrid por incluir este evento dentro de la programación de Hispanidad 2023. Esta aportación de dinero público se suma a las que hizo el Ayuntamiento de la capital mediante la empresa municipal Madrid Destino: 23.000 euros en 2022 y otros 70.218 euros este año para la celebración de unas conferencias bajo el nombre de MadBlue Summit, a través de un convenio con Piel de Atún. Dos de las jornadas de charlas se abrieron con las intervenciones de consejeros del gobierno de Ayuso.
Tanto la promotora del MadBlue (Wezama Dreams) como la fundación beneficiaria del festival (Piel de Atún) comparten el mismo origen: ambas son proyectos iniciados por el empresario Luis Prieto, que figura como presidente de la primera y como tesorero de la segunda, según los documentos fundacionales consultados por este periódico. Las dos suman 193.218 euros de ayudas y patrocinios públicos para sus eventos, que de momento han consistido en las citadas jornadas de charlas, dos festivales de música con “conciertos por el cuidado de los océanos” y las tres horas y media de limpieza en el Jarama.
Una carrera “por el planeta”
El MadBlue de este fin de semana se completa con una carrera popular con salida y llegada en el mismo recinto de conciertos el domingo 8 de octubre por la mañana. Como el festival musical, también lanza mensajes motivacionales para conseguir que los corredores se apunten a la competición: “Correremos juntos por la preservación de nuestro planeta”, aseguran en la página de inscripción, que cobra 12 euros a cada participante.
Además, añaden que el objetivo “es concienciar mediante la práctica del deporte, en este caso el running, de la importancia de cuidar nuestro entorno y preservarlo” aunque no consta ninguna acción concreta para conseguirlo, más allá de correr bajo los árboles del Parque del Oeste.
Tanto la carrera como el festival de música cuentan con el pertinente permiso del Ayuntamiento de Madrid, que indica a Somos Madrid que va a cobrarles la tasa por ocupación del espacio público. El evento obligará por otra parte a un importante despliegue de recursos públicos para cortes de tráfico y controlar la seguridad en el entorno.
Piel de Atún: fundada con una valoración “independiente”
Tanto la carrera como el festival se encuadran dentro del espíritu de colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, que suscribió en 2022 un convenio con la Fundación Piel de Atún “para la promoción de la sostenibilidad de la ciudad de Madrid”. En él se aseguraba que el MadBlue “es una de las mejores maneras de difusión de la innovación y la tecnología, cultura y creatividad responsables, no sólo en la ciudad de Madrid, sino también a nivel nacional e internacional”.
Este posicionamiento de MadBlue entre las instituciones ha sido conseguido en tiempo récord por su impulsor, Luis Prieto, ya que la fundación Piel de Atún nació hace solo dos años, en marzo de 2021. En su escrito de constitución, al que ha tenido acceso Somos Madrid, figuran como impulsores el propio Prieto, Enrique Celedonio Chapa Cañedo, que fue su primer presidente, y la entidad mercantil Wezama Dreams, SL.
Las fundaciones han de constituirse con una dotación de al menos 30.000 euros de capital, según la legislación nacional. En el caso de Piel de Atún lo hizo con una obra de arte valorada en 45.000 euros y que estuvo expuesta en uno de los patios de Conde Duque durante el primer MadBlue. Se trata de una instalación llamada El invernadero rojo que fue donada por el artista Patrick Hamilton para la fundación.
El encargado de valorar esta instalación, que sirvió para constituir la nueva fundación, fue David Barro, quien aportó un informe de tasación junto a las escrituras para su constitución. Un año después, la misma persona que firmó este informe de tasación era propuesto como director ejecutivo de la fundación.
La Ley de Fundaciones exige en su artículo 12 que, en el caso de presentar una aportación no dineraria para su constitución “deberá incorporarse a la escritura de constitución tasación realizada por un experto independiente”. Barro ya era director artístico del festival MadBlue en el momento en el que firmó la tasación, por lo que contaba con lazos tanto con Luis Prieto y con la empresa Wezama Dreams.
En conversación con este periódico, David Barro, aclara que aunque efectuó trabajos para el proyecto, nunca estuvo en nómina del festival ni de la empresa Wezama, y que el cargo de director ejecutivo no se llevó a término por parte del patronato de la fundación, pese a la comunicación online que publicó MadBlue en su día. Sobre la valoración de la obra, aclara que el precio venía ya indicado desde la propia galería del artista y que se considera un experto independiente para firmarla, debido a su dilatada experiencia en el mundo del arte para muchos clientes privados y diferentes instituciones públicas a lo largo de toda la geografía nacional. Por último, aclara que desde el pasado mes de abril no colabora con MadBlue, debido a la pérdida de peso de la parte artística en el proyecto. Su separación se produjo de forma amistosa y por motivos estrictamente profesionales.
Este periódico preguntó a la organización del MadBlue por qué porcentaje o cantidad de su recaudación destina a Piel de Atún, las acciones concretas desarrolladas por el festival o la fundación para la mejora de los océanos o en qué se ha invertido el dinero público recibido hasta la fecha, entre otras cuestiones. Sus responsables aún no han emitido respuesta alguna.
56