EMT de Madrid busca voluntarios entre quejas por falta de conductores, cientos de turnos sin cubrir y “diabólica presión”
EMT busca buenos samaritanos por Navidad, pero lo hace dentro de la propia compañía municipal. En un aviso interno al que ha tenido acceso Somos Madrid, su dirección plantea a los conductores cómo proceder para “trabajar de forma voluntaria” los próximos 14, 15, 16, 17, 21, 22 y 23 de diciembre. A cambio les compensarán con la fórmula conocida como L26, con la cual un conductor hace un turno cuando le toca libranza para disponer más tarde de otro día libre, sin que tengan por qué respetarse los descansos semanales que marca la ley y con jornadas que pueden rebasar las 16 horas. La empresa completa la oferta con un pago extra de 80 euros.
La figura del L26 fue creada en el mandato de Manuela Carmena con la idea de emplearse en un único contexto: cuando se activaba el protocolo anticontaminación. Así, el Ayuntamiento podía reforzar el transporte público con celeridad en momentos de necesidad acuciante. “Ahora se está utilizando para no contratar gente”, denuncia en declaraciones a este medio Raúl (nombre ficticio), conductor de EMT.
La herramienta genera además “enfrentamientos internos”, ya que la compensación del L26 tiene prioridad sobre la de horas extra acumuladas en una jornada habitual. Así, empleados a los que EMT debe decenas de días tienen enormes dificultades para disfrutar de ellos porque siempre se anteponen las peticiones de los conductores que han trabajado en sus libranzas. A Raúl, que nunca solicita estos L26 “por principios”, la compañía le debe más de 50 días.
Más líneas, misma plantilla, menos frecuencias
Otra maniobra habitual que despierta resquemores entre la plantilla es la de las “supresiones”. Se trata de la desaparición de los turnos habituales de los conductores en sus líneas asignadas, que pasan a integrarse en servicios especiales, líneas gratuitas o nuevas rutas nocturnas. La propia orden interna de voluntariado indica que “los empleados deben especificar en la solicitud si solo desean trabajar en su Centro de Operaciones o estarían dispuestos a desplazarse a otro”.
Según Raúl, este procedimiento merma los recorridos habituales al reducir el número de servicios que ofrecen, lo cual se traduce en peores frecuencias, especialmente en la periferia: “En mi línea todas las tardes hay un autobús menos”. Algo que le ha sucedido también en fechas tan señaladas como el pasado Black Friday. “Y mientras los usuarios sufren este recorte, el Ayuntamiento saca pecho de la medida populista de poner los buses gratis, cuando el 99% de los viajeros disfrutan del bono y quien no lo tiene deja el euro con cincuenta porque ni se había enterado”, apostilla.
Paralelamente, las cocheras La Elipa cerraron en marzo de 2022 para construir la primera estación de este tipo 100% eléctrica en Europa. El plazo de ejecución de la obra es de dos años, que se cumplirán en marzo de 2024. “A día de hoy no se ha hecho absolutamente nada”, afirma sin embargo Raúl. “Debido a la gestión deficiente más de mil personas entre conductores, mecánicos y resto de personal llevamos dos años teniendo que desplazarnos hasta las de Fuencarral sin ningún tipo de compensación y regalando a diario nuestro tiempo a la empresa”, critica.
Estas situaciones están directamente relacionadas con un personal “mermado y claramente insuficiente” que lleva a cabo “más servicios con menos plantilla”, como denuncia en un comunicado la Plataforma Sindical EMT. Los presupuestos municipales de 2024 contemplan un aumento de apenas 20 trabajadores (de los 9.350 con los que se cierra este ejercicio a 9.370), cuando según fuentes sindicales que el refuerzo debería llegar como mínimo a 200 personas. Remarcan que las contrataciones programadas ni siquiera cubren el casi un centenar de conductores que dejarán de serlo por lograr sus puestos de promoción interna como inspectores o agentes auxiliares: “Mientras la demanda y los servicios no paran de crecer la plantilla no lo hace en consonancia e incluso merma”.
Conductores bajo presión
La Plataforma Sindical ilustra estas cuentas pendientes con sus consecuencias directas: “Por no tener conductores suficientes, el 1 de diciembre se quedaron 150 turnos sin cubrir, el día 2 casi 200 y el 3 fueron 100. Cada día vemos autobuses abarrotados y en las paradas se quedan pasajeros sin poder subir. Quienes ven pasar buses sin poder acceder a ellos están cada vez más indignados y a veces lo pagan con quienes no deben, con trabajadores y trabajadoras. En lo que va de año, 89 compañeros han sido declarados no aptos para efectuar su trabajo al concedérseles una incapacidad permanente temporal”. El pasado fin de semana una conductora de la línea 54 fue agredida en el Intercambiador de Atocha.
Para Raúl hay una frase que resume a la perfección la “diabólica presión mental” que soporta la plantilla: “¿Qué te ocurre?”. Es lo que algunos inspectores preguntan por la emisora interna a los conductores (unas comunicaciones que deben quedar registradas) cuando observan retrasos en sus rutas. “Lo dicen así para presionar y que tú mismo te justifiques sin que ellos te lo pidan abiertamente. Como no te preguntan de manera explícita por los tiempos, en caso de que ocurra una desgracia, dios no lo quiera, la empresa se lava las manos si en el juicio el trabajador argumenta que le estaban metiendo prisa. Por supuesto si tu bus lleva 15 minutos de adelanto el inspector nunca te va a llamar, aunque eso signifique que vas haciendo rally”.
Preguntan '¿qué te ocurre?' para que te justifiques sin que te lo pidan abiertamente. Como no preguntan de manera explícita por los tiempos, en caso de que ocurra una desgracia la empresa se lava las manos si el trabajador argumenta que le metían presión
El Ejecutivo de José Luis Martínez-Almeida no ha respondido hasta el momento las preguntas trasladas por este diario sobre las diversas deficiencias en EMT que manifiestan desde su propia plantilla, tampoco respecto al aviso interno solicitando voluntarios.
Más Madrid ya echó en cara los problemas del personal al delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante: “En el último Consejo de Administración de la EMT, las cifras de estimación de cierre del presupuesto ponen de manifiesto que se van a dejar de ejecutar más de 70 millones de euros. De ellos, casi 56 millones corresponden a presupuesto no ejecutado en gasto de personal activo y consumos”, denunció el grupo municipal en una de sus preguntas durante la Comisión del ramo celebrada el pasado 20 de noviembre.
La formación que lidera Rita Maestre y que tiene a Álvaro Fernández Heredia como portavoz en materia de Movilidad pone cifras a sus críticas: “De enero a agosto de 2023, cuando el Ayuntamiento ha cortado el grifo de la información, ha habido un total de 156.640 autobuses por hora menos en la oferta de servicio real frente a las cifras de la oferta planificada. De las anteriores cifras, 120.572 autobuses por hora menos (el 77% del total de la reducción de la oferta) ha sido en días laborables, cuando las necesidades de movilidad son por motivos obligados, lo que incide directamente en la calidad del servicio”.
Subrayan que “las mayores reducciones en la oferta se producen a partir del mes de junio cuando se inicia el corte de la línea 1 de Metro”, momento en el cual se habrían incrementado las “supresiones” de otras rutas para cubrir el Servicio Especial con el que se mitigó la clausura del suburbano. Raúl teme “la que se vendrá” con los cierres del próximo año en el tramo norte de la línea 1 y en parte de la línea 6, que previsiblemente estarán acompañados de nuevo de servicios supletorios cubiertos por buses de EMT. Para este autobusero es inexplicable que la tecnología de conducción o de consulta de horarios haya avanzado tantos mientras que “el sistema de trabajo no ha cambiado un ápice en los últimos 75 años”.
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