“Estoy expectante por ver el malabarismo dialéctico que ustedes hacen para no apoyar este expediente”, decía el delegado de Movilidad, Borja Carabante, tirando de ironía en su defensa este martes de la gestión directa de Bicimad a través de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid, que se votaba hoy en el pleno del Ayuntamiento. A la vez, acusaba a la izquierda de haber sido “incapaces de tramitar” los pasos burocráticos para hacerlo posible.
El de este martes era el último escalón necesario para que un contrato que nació privatizado volviera de forma definitiva a la gestión pública, algo necesario para conseguir la ampliación del servicio público de bicicleta madrileño, que el equipo de Almeida lleva intentando aprobar desde julio y que tendrá que esperar, al menos, hasta noviembre.
El motivo fue un error de los partidos de derecha, que iban a apoyar la municipalización de Bicimad pero que acabaron votando una propuesta de Más Madrid para dejar el expediente encima de la mesa hasta el mes siguiente, debido a varios errores importantes que denunciaron hace unos días. Primero se equivocaron desde Vox, luego los siguieron en Ciudadanos y acabaron votando a favor desde el PP. Toda la izquierda apoyó la medida, que acabó aprobada técnicamente por consenso.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, reconocía unos minutos después el error y acusaba a la izquierda de no querer “que los madrileños vean que en los próximos meses se va a triplicar el número de bicicletas”. Sin embargo, las críticas durante el debate giraron en torno al escaso número de empleados previstos para el mantenimiento -204 trabajadores, cuando Más Madrid reclama hasta 400- y a fallos en los cálculos del modelo económico-financiero.
El partido de Maestre pidió durante el debate que se detuviera el expediente para solucionar sus “múltiples” errores. Asegura que la plantilla del nuevo Bicimad, que contará con 7.500 bicis disponibles y 611 estaciones (frente a los 2.964 aparatos actuales y 258 paradas), está “mal dimensionada”, ya que de los 109 empleados actuales se pasará a 204, pese a que el sistema se multiplicará casi por tres. Un mal servicio podría derivar en situaciones como la actual Bicimad, en claro declive desde hace más de un año por la falta de mantenimiento y la huida de abonados, que se cuenta por miles.
El coste del personal “insuficiente” es una de las variables en las cuentas del servicio público, que forman parte también del modelo económico-financiero con el que se el consistorio certifica que el proyecto es sostenible. Las cifras aportadas en este plan son “erróneas”, asegura Más Madrid, porque no se han trasladado algunas correcciones efectuadas durante la tramitación, procedentes de informes de la Dirección General de Presupuestos y de la Oficina de Colaboración Público-Privada.
Más Madrid explica que los cálculos de la Dirección General de Sostenibilidad, en los que se basan el resto de informes, pueden estar equivocados y estar “poniéndose en riesgo el servicio y la solvencia financiera de EMT”, al tiempo que se aboca al servicio “a nacer infradotado y se le condena al deterioro acelerado” por la falta de personal.