Ocho años después del estreno del primer Bicimad, el Ayuntamiento de Madrid lanza su segunda versión, con la que espera revolucionar el sistema y acabar con la sangría de usuarios que lleva experimentando en los últimos dos años. Será con nuevas bicicletas, más modernas, robustas y seguras, y a coste gratuito durante casi cinco meses.
Estos son los detalles de cómo funcionará y los pasos que tendrán que seguir los madrileños para comenzar a usar el nuevo y el viejo Bicimad durante este periódico de convivencia:
¿Cuándo llegan las bicicletas?
Desde la medianoche de este 7 de marzo, es decir, a las 0.00 horas de la madrugada del lunes al martes. De momento habrá 700 bicicletas del modelo nuevo y se mantienen los 2.964 aparatos antiguos en servicio. También se mantienen las 264 estaciones actuales y se añaden 60 nuevas en trece distritos. Aunque la idea es que el número de bicis nuevas vaya aumentando hasta las 7.500 de forma progresiva hasta el mes de julio. En esa fecha el número de estaciones llegará hasta las 611 en todos los distritos y casi todos los barrios de Madrid.
¿Cómo me doy de alta?
Coincidiendo con la puesta en marcha del nuevo sistema, Bicimad obsequiará a todos los abonados con casi cinco meses de suscripción gratuita que se activarán en el momento en el que el abonado migre su cuenta a MPass, el sistema de cuenta única pospago que permite utilizar los servicios de la Empresa Municipal de Transportes (autobús, aparcamientos, Bicimad y parking para bicicletas). Los actuales abonados pueden realizar este proceso a través de la aplicación de Bicimad a partir de este 7 de marzo.
Para los nuevos usuarios anuales, que se podrán dar de alta en la aplicación en el momento en el que se ponga en marcha el servicio, la suscripción también será gratis hasta el 31 de julio y hasta esa misma fecha, también podrán disfrutar de los viajes de menos de 30 minutos de forma gratuita.
Toda la gestión de usuario se hará, ya en la etapa de convivencia y posteriormente, desde la aplicación de bicimad. Durante el periodo de convivencia, el usuario podrá utilizar las bicicletas de ambos sistemas, anclándolas en sus respectivas estaciones y, además, podrá coger y dejar bicicletas del sistema antiguo en las estaciones nuevas y, a la inversa, bicicletas del sistema nuevo en estaciones del sistema antiguo.
¿Cómo se usan las bicicletas?
Hace unos días pudimos probar las bicicletas y explicamos en este artículo las principales diferencias con los modelos actuales.
Para utilizar una bici del sistema antiguo que esté aparcada en una estación nueva, basta con escanear el QR que está en el cuadro del vehículo a través de la aplicación; si se trata de terminar un viaje en estas mismas circunstancias, se puede hacer de dos formas: cerrando el candado de la bicicleta (el sistema puede tardar hasta 30 segundos) o notificando el fin del viaje desde la aplicación y a continuación cerrando el candado. La bicicleta siempre deberá colocarse en un anclaje disponible de la estación, ocupando el espacio físico habitual, aunque el cierre mecánico no pueda ejecutarse.
Por su parte, para utilizar una bicicleta nueva ubicada en una estación del sistema antiguo, se puede hacer de dos maneras: pasando la tarjeta por el candado o leyendo el QR de la bici a través de la aplicación. Para dejar una bicicleta nueva en una estación del sistema antiguo también existen dos opciones: cerrando el candado y esperando a que se encienda la luz verde (si se enciende en rojo es porque la ubicación no es correcta o la estación ya está llena) o notificando el fin del viaje desde la aplicación y, posteriormente, cerrando el candado hasta que la luz verde se encienda. Al igual que en el caso anterior, la bicicleta siempre deberá colocarse enfrente de un anclaje disponible de la estación, sin subir la rueda delantera a la plataforma y apoyada sobre su pata de cabra.
La EMT ha preparado varios vídeos en los que muestra cómo se desanclan las nuevas bicicletas de las nuevas estaciones:
Cómo se desanclan en una estación antigua:
Y cómo se deja una bicicleta en una estación antigua (básicamente, cerrando el candado trasero):
Con el nuevo Bicimad, anclar y desanclar las bicicletas será muy sencillo porque las bases cuentan con un código de luces que facilitan al usuario conocer el estado de la bicicleta: la luz roja significa que la bici no está disponible o que no se ha anclado bien, la amarilla es una luz temporal mientras el sistema ejecuta la orden dada por el usuario y la verde se enciende cuando la bicicleta está disponible para desanclarla o cuando queda correctamente anclada en la base.
Para iniciar el viaje hay dos posibilidades: con tarjeta o a través de la aplicación. El usuario puede pasar la tarjeta Bicimad o la de transporte público asociada a la cuenta de MPass por el lado derecho de la base o por el lateral del candado. También puede escanear el código QR desde la aplicación y esperar a que se encienda la luz verde. En cuanto a la finalización del viaje, basta con anclar la bicicleta a la base y esperar a que se encienda la luz verde para confirmar que está bien anclada. En este caso, el usuario no debe cerrar el candado.
¿Y si ya era abonado de Bicimad?
Una vez que se ponga en marcha el nuevo servicio, los actuales abonados de bicimad que deseen utilizarlo deben migrar su cuenta ya existente al sistema MPass a través del asistente de migración de la aplicación. Al darse de alta en MPass, el usuario asociará su perfil a un medio de pago sobre el que se irán cobrando los viajes realizados o los abonos contratados. Los nuevos usuarios se podrán dar de alta en el servicio directamente a través de la aplicación.
¿Dónde están todas las estaciones de Bicimad?
El sistema tiene un mapa en el que muestra su ubicación sobre una base de Google Maps, además de enseñar el grado de ocupación. Lo puedes consultar en la nueva web oficial de Bicimad.
¿Y si tengo problemas con el uso?
Por lo que respecta a la atención al usuario, tal y como venía siendo hasta ahora, se seguirá llevando a cabo a través de la aplicación de Bicimad y del teléfono de la Oficina de Atención al Cliente (900 878 331).
¿Quién paga todo esto?
El proyecto, enmarcado en la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360 del Ayuntamiento de Madrid, ha contado con financiación europea procedente de los fondos Next Generation administrados por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a partir de una convocatoria gestionada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.