Madrid se sube a la moda de los autobuses de alta capacidad, una opción más barata que la construcción de tranvías pero con resultados parecidos en grandes ciudades. La primera línea de este tipo en la capital se llamará Bus Rapid y conectará Valdebebas con el hospital Ramón y Cajal, pasando por Sanchinarro. Empezará a operar antes de las elecciones y circulará por un carril independiente, al que se dotará por vez primera en Madrid de prioridad en los semáforos.
La línea contará con 19 paradas intermedias en cada sentido para completar un recorrido de 31 kilómetros (ida y vuelta) en una hora (unos 30 minutos por trayecto de punta a punta). La surcarán diez vehículos eléctricos con capacidad para transportar a un centenar de viajeros, de diseño futurista y los colores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT).
El Ayuntamiento de Madrid considera que los desarrollos residenciales de Valdebebas y Sanchinarro “necesitan contar con unas comunicaciones ágiles tanto entre ellos como con el hospital de referencia de los vecinos”, explica en nota de prensa en la que detalla el funcionamiento de esta nueva línea.
Los buses tipo BRT -por sus siglas en inglés Bus Rapid Transit- han sido fabricados por las empresas Irizar y e-mobility, adjudicatarias de 90 de los 150 autobuses eléctricos adjudicados recientemente por la EMT. En concreto, se trata del modelo ieTram, muy similares a los que ya emplean otras ciudades como Valladolid.
Desde su cabecera, situada en la glorieta Antonio Bonet, la línea prosigue por la avenida Secundino Suazo (dos paradas por sentido), avenida Manuel Fraga Iribarne (cuatro paradas por sentido), avenida de las Fuerzas Armadas (seis paradas por sentido), avenida Francisco Pi y Margall (cuatro paradas por sentido), calle Ana de Austria (una parada por sentido) y avenida Niceto Alcalá Zamora (dos paradas por sentido) para, posteriormente, continuar su recorrido por vías convencionales sin realizar más paradas hasta alcanzar su destino en las inmediaciones del Hospital Ramón y Cajal. Trayecto que realizará en un total de 30 minutos.
El trayecto tiene puntos de conexión con el Hospital Enfermera Isabel Zendal y el futuro intercambiador de Valdebebas, que se proyecta construir junto a la glorieta de Antonio Perpiñá.
Como un tranvía y con semáforos propios
El BTR está provisto de cámaras en sustitución de retrovisores, que proyectan sus imágenes en dos pantallas situadas a cada lado del asiento del conductor. En su interior, la disposición de elementos está concebida para admitir un elevado aforo con todas las garantías de confort y accesibilidad universal para los usuarios. Los vehículos llevan puertas de entrada y salida por el lateral derecho y una puerta delantera de acceso de una sola hoja.
Las tarifas serán las mismas que las del resto de red de transportes de la EMT. Pero además el Bus Rapid dispondrá de un sistema de venta previa de billetes sencillos en marquesina que solo admite dinero en efectivo, de manera que el conductor no ha de intervenir, lo que también reduce tiempos de trayecto. Dentro del bus, las validadoras tendrán capacidad de lectura de TTP, tarjeta Multi, tarjeta EMT, tarjeta bancaria física o virtual y códigos QR.
Con la primera línea BRT también llega a la capital el primer sistema de prioridad semafórica para autobuses, para que este transporte público encuentre en verde todos los discos durante la mayor parte del tiempo del trayecto, de modo que no tenga que detenerse en un semáforo rojo de cruce.
Para ello se han iniciado obras sobre 68 cruces, donde se están colocando 390 detectores para avisar a los dispositivos de la preferencia de paso de los BRT. Cada autobús contará con una baliza embarcada que servirá para que las 167 espiras alojadas en el pavimento detecten la baliza y se inicie el procedimiento de prioridad bus. Adicionalmente, se instalarán más de 12 kilómetros de fibra óptica que será la encargada de la transmisión de la información y de las imágenes de diez nuevas cámaras al Centro de Gestión de Movilidad, desde donde se controlará el correcto funcionamiento del sistema.
El sistema de prioridad semafórica funciona inicialmente en una regulación sin prioridad, es decir, va asignando tiempos a vehículos y peatones conforme a su programación, igual que en el resto de los cruces de la ciudad. Cuando el autobús se aproxima al cruce, el primer sensor de aproximación detecta el paso del autobús e inicia el proceso de gestión de los tiempos de las fases del cruce (recortando sus tiempos si es necesario), iniciando las transiciones de los semáforos de peatones y vehículos del cruce para la activación de la fase prioritaria bus y así dejar vía libre al autobús. Una vez que el autobús ha rebasado el cruce, se inicia la transición a la regulación ordinaria sin prioridad. Todo ello teniendo siempre en cuenta la seguridad vial tanto de peatones como de vehículos.
La única excepción a la prioridad bus es el cruce con el tren ligero en el cruce de la avenida de Pi y Margall con calle Príncipe Carlos, en la que el tren ligero tendrá prioridad sobre el BRT.
Carrera por los BRT entre Almeida y Maestre
Los BTR son un tipo de transporte que se está popularizando en ciudades de todo el mundo por su gran capacidad para llevar viajeros y su implantación, más sencilla que la de la instalación de recorridos para tranvías. La primera de hablar de ello en Madrid fue Rita Maestre, candidata a la alcaldía, que ha propuesto construir una Red de Bus de Alta Velocidad (BAV) compuesta por 155 aparatos y 207 kilómetros de vías reservadas, dispuestas en 11 líneas que servirían para cubrir toda la ciudad.
La idea de Más Madrid es que el sistema pueda llevar a más de 300.000 viajeros en hora punta y que sirva para descongestionar otras vías alternativas con un servicio mucho más rápido que el actual para trayectos relevantes. Como ejemplos, ponía el de Pitis hasta las Tablas en 18 minutos (frente a los 40 actuales) o de Colonia Jardín a Orcasitas en 23 minutos (contra los 45 de la actualidad). Los detalles se pueden consultar en este enlace.
Un día después de este anuncio, el alcalde José Luis Martínez-Almeida anunció sin previo aviso que el Ayuntamiento de Madrid se apuntaba a la apuesta por este tipo de transporte con el mismo modelo de autobús, a través de la primera línea que se ha presentado hoy y que supondrá una inversión en autobuses de 5,3 millones de euros sin IVA, de los cuales 2 millones proceden de los fondos europeos Next Generation. Además, construir la plataforma segregada llevará una inversión de 12,8 millones de euros, de los que 4 millones, IVA incluido, irán destinados a la semaforización.