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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Goyache repetirá como rector de la Complutense tras unas elecciones plagadas de polémicas

Joaquín Goyache ha revalidado este miércoles su cargo en la segunda vuelta de las elecciones a rectorado en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde se ha impuesto a la decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, Esther del Campo. Como colofón a un proceso electoral controvertido, donde la candidatura derrotada dice haber sido víctima de una campaña de bulos y en una jornada electoral donde la Policía Nacional ha llegado a identificar a miembros de las Nuevas Generaciones del PP por repartir votos de Goyache, el catedrático de Sanidad Animal ha logrado su objetivo y será rector del mayor centro presencial de estudios en España otros seis años.

El máximo dirigente de la Complutense ha obtenido el 54,99% de los sufragios ponderados frente al 44,65% de su contrincante, según los datos facilitados por la UCM. Goyache se ha impuesto en todos los sectores: alumnado, personal administrativo y personal docente e investigador (dentro de esta categoría Del Campo ha recabado más apoyos entre el de dedicación completa, mientras que el rector ha sido primera opción tanto en el permanente como en el de dedicación parcial). Especialmente llamativo es el caso del estudiantado: Del Campo se ha presentado como Rectora de los estudiantes en varios momentos de la campaña, y en este grupo la decana fue la gran triunfadora en la primera vuelta.

Goyache la ha sobrepasado aun cuando la catedrática de Ciencia Política y Administración logró en el intervalo entre las dos convocatorias electorales el llamado Acuerdo por el Cambio, en el que Del Campo sumó los apoyos de los tres aspirantes más votados en la primera vuelta que no accedieron a los comicios de este miércoles: María Castro, Iñaqui López y Jesús Pérez. Si el trasvase de voto entre una fase y otra hubiese sido directo, la candidatura habría rozado el 60% de los sufragios ponderados. Pero el recrudecimiento de la campaña ha sido exponencial desde que el pacto (que ha sido catalogado como “Frankenstein” o “reparto de sillones” por sectores afines al rector) se anunció el pasado jueves.

Pese a tratarse de unas votaciones con sufragio universal, el sistema electoral pondera la papeletas según grupos y porcentajes. El voto del profesorado doctor con vinculación permanente supone un 51%. El del resto del personal docente e investigador un 12%, correspondiendo el 10% al de dedicación completa y un 2% al de dedicación parcial. Así, el grupo conocido como PDI aglutina un 63%. El alumnado representa el 25%, pese a ser el sector más numeroso en una universidad que cuenta con más de 80.000 estudiantes, mientras que el voto del personal de administración y servicios (PAS) se pondera en el 12%.

Han ejercido su derecho al voto un total de 16.593 personas en un censo que alcanza las 76.359, por lo que la participación se ha situado alrededor del 21,5% (un aumento de en torno a cinco puntos respecto a la primera vuelta). El porcentaje más bajo ha vuelto a recaer en los estudiantes, entre los que solo un 15% ha depositado su papeleta. Por contra, se ha acercado a las urnas casi el 77% del personal docente con vinculación permanente y el 74% del PAS.

Ahora Goyache, especialmente cuestionado desde que impulsó el nombramiento de Isabel Díaz Ayuso como alumna ilustre, deberá responder a las demandas más repetidas por la comunidad universitaria durante las semanas de campaña: la reducción de la burocracia y la precariedad en la investigación, el aumento de la participación del estudiantado en la vida universitaria y asociativa o la mejora del sistema de financiación, especialmente en lo que tiene que ver con la Comunidad de Madrid. Esther del Campo, por su parte, continuará al frente de la Facultad de Políticas y Sociología en el campus de Somosaguas. Mientras, la Complutense tendrá que seguir esperando para tener una rectora al frente. 201 años no es nada.