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Vecinas de Lavapiés se conjuran para recuperar el nombre Feminista del espacio municipal de Ribera de Curtidores

En Lavapiés, la celebración del 8M, Día de la Mujer, tendrá entre sus reivindicaciones destacadas este año recuperar oficialmente el nombre de Feminista para el wspacio de encuentro ciudadano situado en el número 2 de Ribera de Curtidores y que el pleno de la Junta de Centro del pasado diciembre decidió rebautizar como Espacio Anette Cabelli.

Y si decimos oficialmente es porque, de hecho, los colectivos de mujeres activos en el barrio de Embajadores, así como distintas vecinas de la zona, lo que han decidido ya es no reconocer la nueva denominación del lugar, al que seguirán llamando Espacio de Encuentro Feminista convencidas de que el uso hará que prevalezca el nombre popular sobre el administrativo.

Mientras los responsables del distrito Centro preparan para mediados de este mes un acto ceremonioso para dejar constancia del cambio de nombre, el arraigado movimiento feminista de Lavapiés se conjura para neutralizarlo en la práctica, si es que no pudieran revertirlo, tal y como es su deseo.

Movilizadas

Si el Espacio de Encuentro de Ribera de Curtidores, dedicado hasta ahora a acoger todo tipo de actividades enfocadas al fomento de la igualdad de género, perdió lo de Feminista en favor de Anette Cabelli gracias a los votos de los grupos municipales de PP, Ciudadanos y Vox en el último pleno de Centro de 2021, otro pleno totalmente distinto, popular y asambleario -celebrado el pasado 8 de febrero en el mismo lugar en disputa y en el que se dieron cita medio centenar de vecinas de Lavapiés de forma particular y en representación de distintas asociaciones y colectivos de mujeres de la zona-, acordó emprender acciones tendentes a recuperar el nombre que desde su creación, hace cuatro años, había tenido el lugar.

Desde entonces, las feministas de Embajadores se han vuelto a reunir, al menos, en otro par de ocasiones. El 12 de febrero, un encuentro del colectivo de mujeres 8M Lavapiés, se convocaba bajo la premisa “Reapropiarnos de los espacios del barrio” y en él se avanzó en la organización de una acción “lúdica, reivindicativa y de impacto” que se materializará este próximo domingo, día 6, partiendo a las 12 horas desde la plaza Lavapiés bajo un lema revelador: “Nosotras lo habitamos, nosotras lo nombramos”.

También el 22 de febrero hubo otro encuentro y el lunes pasado, en el campo del club Dragones de Lavapiés, se elaboraron pancartas reivindicativas que cobrarán protagonismo en estos días.

En cualquier caso, lo que pretende el movimiento feminista de Lavapiés es dar una respuesta clara a lo que consideran un ataque a las conquistas logradas en el barrio y al intento de “vaciado” de contenido de género del espacio municipal de Ribera de Curtidores, que el actual equipo de gobierno ha empezado a abrir a actividades que nada tienen que ver con la igualdad. Como los partidos de la izquierda, estas vecinas creen que el cambio de denominación es toda una declaración de intenciones del gobierno de Almeida y un paso atrás en las políticas en materia de igualdad que se venían desarrollando en la zona.

El nuevo nombre del espacio, Anette Cabelli, homenajea a una superviviente de los campos de exterminio nazi, recientemente fallecida, que PP y Ciudadanos presentaron como ejemplo de superación, inspiradora y merecedora de tal reconocimiento. Los partidos políticos de la oposición, sin entrar a discutir los méritos de Cabelli, habían rechazado la idoneidad de darle su nombre al Espacio de Encuentro de Centro por la nula vinculación de ésta con la ciudad de Madrid y por el hecho de que en ningún momento se consensuó dicha decisión ni con las distintas fuerzas políticas ni con las fuerzas sociales del barrio de Embajadores.

Entre las distintas opciones para haber rebautizado el lugar había sonado también con fuerza en su día el nombre de Las Cigarreras, en alusión y homenaje a la importancia que en la ciudad y en el barrio tuvo el colectivo de mujeres formado por las trabajadoras de lo que fue la antigua Tabacalera de la calle Embajadores. Sin embargo, la propuesta no era del gusto de los grupos de la derecha porque, además de considerárseles ejemplo de sororidad, a las cigarreras se las tiene por pioneras y ejemplo de la lucha obrera, algo en lo que veían tintes ideológicos.

Para diferentes vecinas consultadas por Somos Lavapiés, implicadas en mantener el nombre Feminista en este espacio, ni era necesario renombrarlo como Anette Cabelli ni tan siquiera llamarlo Las Cigarreras. “Desde distintas partes, decir que era un lugar que realmente carecía de nombre, que es lo que ha dado pie a los partidos políticos a buscarle una denominación con la que sus usuarias no estamos de acuerdo, es tanto como negar que la que tenía, y por la que se le conoce desde su creación, no era merecida o no era lo suficientemente relevante. Espacio de Encuentro Feminista no podía ser un nombre más potente, reivindicativo y necesario para Ribera de Curtidores 2, además de descriptivo.”