Los lunes se han convertido en uno de los días más problemáticos en algunos puntos de Madrid, y no solo por la tristeza o la desazón asociadas al primer día de la semana. Este enero la ciudad cumple un año con el nuevo sistema de frecuencia de basuras, que el Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida presentó como un refuerzo del servicio de limpieza, pero también ha derivado en algunos contratiempos según denuncian algunos vecinos y puede verse en distintas fotografías.
La recogida de los cubos grises de tapa naranja (dirigido a residuos no reciclables en general) dejó de producirse los domingos y festivos el 1 de enero de 2023. No obstante, muchos ciudadanos o comunidades de propietarios todavía no son conscientes de este cambio en la normativa. Piensan que el camión sigue llevándose su contenido en esas jornadas y continúan sacando el contenedor a diario. El resultado es que los lunes muchas calles de la ciudad se llenan de bolsas de basura y desperdicios desde por la mañana y se quedan así hasta que llega la recogida de la noche. Para más inri, en estos contenedores suelen depositarse elementos no reciclables de gran dimensión que finalmente acaban en el suelo.
El consistorio ha defendido reiteradamente el cambio y cree que su campaña para trasladarlo a la población fue eficaz. “La decisión se adoptó para favorecer la recogida selectiva de residuos y ajustarnos a las diferentes normativas estatales y comunitarias. Hemos situado carteles informativos en las 53.000 comunidades de toda la ciudad que se ven afectadas”, aseguraban fuentes del Área de Medio Ambiente y Movilidad en declaraciones a Somos Madrid el pasado mayo.
Las mismas fuentes municipales mantienen la necesidad de esta modificación en respuesta a las preguntas planteadas para este artículo: “En el año 2020 el Ayuntamiento concluyó la implantación de la recogida selectiva de materia orgánica en toda la ciudad, con lo que se completó la gama de residuos recogidos selectivamente: envases, papel-cartón, vidrio, y la nueva fracción orgánica. Estas cuatro fracciones representan más del 90 % de los residuos generados en la ciudad, incluyéndose en la fracción ”resto no reciclable“ el resto de materiales (salvo los que se gestionan a través del sistema de puntos limpios). Todo ello ha propiciado que se recojan los residuos con una frecuencia mucho mayor, habiéndose pasado de unas 18 veces a la semana en 2018 a más de 26 veces en la actualidad”.
“Dado que hasta el año 2022 se ha venido recogiendo la fracción resto no reciclable siete días en semana, y considerando que debe ser la fracción minoritaria, en 2023 se suprimió el servicio en domingos y festivos”, añaden desde la ahora renombrada área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. No obstante, reconocen que “en algunas zonas de la ciudad la ciudadanía sigue depositando residuos de esta fracción en cantidades considerables los días que no hay servicio, y de ahí algunas de las incidencias”. Defienden que la situación “no se circunscriben a zonas determinadas de la ciudad, variando de forma aleatoria de una semana a otra”.
No opina de la misma forma Adriana, vecina de Malasaña: “Yo no vivo justo en la plaza Dos de Mayo, pero cada vez que paso por ahí es una pena que uno de los corazones de Madrid dé esa imagen. En mi calle la situación fue parecida durante unos meses porque no nos enteramos del cambio, y encima cuando lo conocimos fue a través de la prensa. Creo que el barrio ha pagado esta novedad mucho más que otros puntos de la ciudad, aunque no entiendo por qué se ha hecho en general. Yo creo que podía reforzarse la recogida de otros tipos de basura sin perjudicar la de esta”.
La protesta llegó incluso a sectores sociales, caso del sindicato CCOO, que en las primeras semanas de aplicación de la medida criticó a través de un comunicado en su web cómo “las calles de Madrid han aparecido llenas de bolsas de basura por falta de recogida del cubo naranja los domingos y la desastrosa campaña informativa”.
Nuevas pegatinas informativas
Requeridos acerca de formas de atajar la problemática, desde Medio Ambiente indican que “el servicio de inspección municipal de recogida de residuos se encarga de informar a los usuarios que hacen ese mal uso, y si ello no surte efecto se procede a levantar las correspondientes actas de inspección por incumplimiento”.
Como novedad, desde el Gobierno municipal señalan que “en la actualidad se están empleando pegatinas informativas adheridas a los cubos y contenedores donde se detecta mal uso en domingos y festivos”. En ellas se indica además que las multas por sacar un contenedor cuando no corresponde, dando pie con ello a la acumulación de basuras, pueden alcanzar los 750 euros. Desde el Ejecutivo local apostillan por último que “la información sobre el servicio se encuentra en la web municipal y en el servicio telefónico 010”.
Los nuevos contratos para la limpieza y recogida de residuos entraron en vigor el 1 de noviembre de 2022 y contemplan este aumento de frecuencias para la eliminación de basuras. Vigentes hasta 2028, suponen una partida de 1.458 millones de euros adicionales de las arcas municipales para renovar al alza cuatro contratos de gestión de las basuras en la capital. En total, el consistorio ha comprometido 3.525.517.985,97 euros (sin contar IVA) del presupuesto de la ciudad durante los próximos seis años. Esta cifra supone un aumento del 70,5% respecto a la inversión previa.