El Ayuntamiento de Madrid va a probar durante este verano una forma de refrescar a los usuarios del transporte público que esperan al autobús. Lo hará con marquesinas refrescantes, que cuentan con un sistema de refrigeración para rebajar hasta nueve grados centígrados la sensación de calor.
El proyecto piloto, presentado este miércoles por el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha sido colocado en dos puntos de la red de paradas de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT). El edil ha visitado el instalado en el área intermodal de Pavones, donde el director general de JCDecaux, compañía que ha patentado este modelo, le ha explicado el funcionamiento.
El sistema se acciona con un botón situado en la parte interior de la marquesina, en los días en los que se registren temperaturas por encima de 25 ºC. En ese momento se pone en marcha un sistema de enfriamiento por evaporación y ventilación que puede bajar la temperatura ambiente en este punto de espera hasta en 9 ºC, según la temperatura exterior.
El sistema funciona con un depósito de agua y un módulo de enfriamiento del aire por evaporación, situado detrás de unas lamas de madera. Una placa fotovoltaica que abastece a la marquesina de energía solar.
El Ayuntamiento explica, a través de nota de prensa, que este proyecto piloto, instalado en Villaverde además de en Pavones, servirá para que EMT y JCDecaux evalúen el funcionamiento real en vía pública de este prototipo que puede suponer una diferencia significativa en la experiencia de cliente en períodos de intenso calor. La red de EMT Madrid, que ha logrado superar los 247,6 millones de viajeros en los primeros seis meses de 2024, cuenta actualmente con 5.186 paradas de autobús equipadas con 4.565 marquesinas repartidas en toda la ciudad de Madrid.