Doble fracaso en el intento del Ayuntamiento de Madrid de dotar a los barrios de Montecarmelo y Sanchinarro de sendos polideportivos con piscina y gimnasio a través de concesiones privadas durante décadas. El área de Obras y Equipamientos declaró desierto este jueves el concurso municipal para la explotación del primero y hará lo mismo con el del segundo después de constatar que ninguna empresa ha acudido a sendas ofertas, ideadas por el equipo de Almeida.
La decisión supone dejar en el aire el futuro de ambas instalaciones, previstas para dar servicio en los distritos de Hortaleza y Fuencarral-El Pardo. La primera de ellas, prevista en la calle José Antonio Fernández Ordóñez, iba a contar con dos piscinas climatizadas, cinco salas para actividades dirigidas, dos salas de ciclo indoor y una sala multitrabajo. El segundo Centro Deportivo Municipal (CDM) se iba a levantar en la avenida Monasterio de El Escorial de Montecarmelo con los mismos elementos, ya que el consistorio ha replicado el modelo en muchos de los espacios deportivos cubiertos proyectados en Madrid.
La posibilidad de presentar ofertas acabó a mediados de junio, pero debido al cambio de gobierno llevado a cabo por las elecciones el acto oficial de apertura de los sobres se había retrasado unos días. Cuando los encargados de hacerlo se reunieron para valorar las diferentes posibilidades, comprobaron que los sobres estaban vacíos.
El concurso prometía una facturación en ambos casos cercana a los 88 millones de euros a lo largo de los 25 años de concesión. Para ello la empresa adjudicataria debía construir sendos polideportivos, asumiendo un coste cercano a los 12 millones en obras, que el Ayuntamiento se ahorraba de su propio presupuesto.
En ambos casos el concesionario quedaba obligado al pago al Ayuntamiento de un canon anual que tendría una parte fija y otra variable, una cláusula que no estaba en los primeros concursos de este tipo que puso en marcha el consistorio. El canon fijo consistía en un importe a abonar desde el primer año de explotación de la obra, que respondía, como mínimo, al 5% de los ingresos anuales previstos en la memoria económico-financiera del contrato, un porcentaje que sería licitable al alza.
El canon variable consistía en un importe correspondiente al 10% de la diferencia positiva entre los ingresos que figuraran en las cuentas anuales aprobadas y auditadas del ejercicio que fueran presentadas a la administración y los ingresos estimados en la memoria económico-financiera del contrato.
El Ayuntamiento asegura que los centros deportivos se construirán
Los concursos desiertos para construir los CDM de Sanchinarro y Montecarmelo se unen a los que tuvieron lugar hace unos meses en Barajas (CDM Mistral) y en otro barrio de Hortaleza (CDM Valdebebas).
Pese a estos cuatro reveses, el Ayuntamiento de Madrid “mantiene el compromiso de dotar de un centro deportivo municipal a estos barrios”, explica un portavoz de Obras y Equipamientos contactado por este periódico. En estos momentos el área está estudiando la forma de llevarlo a cabo, “caso por caso”.
Fuentes municipales apuntan al “tensionamiento de los precios de los materiales de construcción” como la razón para hayan fracasado estos concursos de construcción de los polideportivos públicos de gestión privada. Según el área de Obras, los costes medios de estos materiales se han incrementado cerca del 35%.
De todos los polideportivos previstos bajo la fórmula de concesión de obra a 25 años, el Ayuntamiento de Madrid solo ha conseguido adjudicar dos: el de Ricardo Damas en Arganzuela y el de Cuatro Caminos, cuyo primer concurso de obras, que no incluía la gestión privada por décadas pero sí una pista polideportiva además de la piscina, fue anulado hace cuatro años con la llegada de Almeida al poder. Queda por saber qué pasará con el concurso para la construcción de un polideportivo en el Paseo de la Dirección. Y si saldrán adelante los proyectos planificados en varios distritos del sur, que todavía no han salido a licitación pública.