El Manzanares contará en el año 2025 con 61 focos que iluminarán por la noche medio kilómetro de su cauce, entre dos de sus pasarelas más características. La idea parte del área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad y busca, según la nota de prensa publicada por el Ayuntamiento, “crear un ambiente que potencie su paisaje natural y sus pasarelas más allá de las horas diurnas”.
El proyecto prevé colocar 57 focos a lo largo del tramo situado entre el puente Oblicuo y la pasarela de Andorra (la que tiene forma de Y), además de 4 proyectores con más potencia en la presa histórica, que destacarán su construcción central.
La obra civil comenzará a finales de junio, su plazo de ejecución es de ocho meses y cuenta con un presupuesto cercano a los 950.000 euros. El Ayuntamiento destaca que la instalación “es escalable para asumir ampliaciones futuras”.
Según el área que dirige Borja Carabante, la luz proyectada desde los márgenes del cauce “impulsará el atractivo del ámbito, poniendo en valor su arquitectura, su patrimonio verde y ofreciendo una experiencia nocturna amable y más segura a vecinos y visitantes”.
También asegura que “el proyecto se realizará de manera compatible con los criterios de naturalización del tramo urbano del Manzanares, sin reducir las zonas con especies vegetales consolidadas ni aquellas en las que existe un desarrollo incipiente de especies que, en los próximos años, se afianzarán”.
Medio Ambiente asegura que la iluminación, de tipo LED, será a través de “soluciones que minimizan la contaminación lumínica”. Y explica que los focos se situarán en un cajetero del río, limitando las emisiones luminosas hacia el cielo. El material del cajero será piedra natural y la propia lámina de agua condicionará la temperatura de color, influyendo en la tonalidad de colores y su viveza.
El proyecto ornamental busca destacar la monumentalidad de la presa número 6 del Manzanares, a su paso por la capital. Esta cuenta con una pasarela que comunica ambas márgenes del río y con un casetón central de instalaciones de estilo herreriano, rematado por un pináculo, que data de mediados del siglo XX.
Además, la iluminación y su variedad cromática será regulable “en función de los eventos que se pretendan destacar”. Es habitual que el Ayuntamiento ilumine con distintos colores espacios como sus fuentes o fachadas de edificios, durante determinadas jornadas. También destaca el consistorio que la instalación “permitirá crear y activar espectáculos de luces desde cualquier lugar con muchas posibilidades”.