Albert Rivera prefiere tomar copas en Malasaña y luego dormir “tranquilito” fuera del barrio

La imagen del barrio de Malasaña y su relación con el mundo de la noche y, sobre todo, el descanso agitado, ha calado a fondo incluso entre los representantes de la nueva política. Para comprobarlo solo hay que ver la entrevista concedida por el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, al  periódico El Español.

“¿Malasaña o el barrio Salamanca?” le pregunta el entrevistador al candidato a la presidencia del Gobierno. “Si es para tomar algo, Malasaña, y para dormir tranquilito, el barrio de Salamanca”.

La respuesta es casi automática, porque el original formato de la entrevista lo permite: las preguntas se lanzan mientras periodista y entrevistado juegan una partida de ping pong. En este caso, la visión que tiene Albert Rivera del barrio de Malasaña es el de un lugar en el que los vecinos no duermen tranquilos, suponemos que por el frenesí de los que vienen “a tomar algo”.

“La subjetividad tiene la mala costubre de aparecer dónde menos te lo esperas”, ha dicho a tenor de esta entrevista un habitual del barrio y ahora concejal del Ayuntamiento de Madrid, Guillermo Zapata, en su muro de Facebook. El hecho de que, a su juicio, la respuesta de Rivera revele mucho más lo explica poco después: “ Malasaña es un barrio que se caracteriza por su falta de equipamientos para los vecinos y vecinas precisamente por ser el barrio al que se desplazan las personas con rentas medias-altas de la ciudad a tomar algo. Eso ha modificado el mercado inmobiliario del distrito con operaciones especulativas, venta de suelo público destinado a usos sociales a fondos buitre, invisibilización de la población mayor...”

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