Pasar hoy por el cruce de las calles Amaniel con Conde Duque es para el peatón algo sencillo, cómodo y hasta agradable. Aceras anchas, árboles y bancos jalonan un espacio que hasta hace pocos meses estaba ocupado por el asfalto y que presentaba una configuración que no facilitaba el tráfico para vehículos ni para personas.
Ha hecho falta más de un año, 1,4 millones de euros y algunas visicitudes (hubo una quiebra de la empresa concesionaria de por medio) para que los vecinos vieran acabada la reforma de la calle, pero hoy pocos se acordarán de las estrechas aceras que tenían que sortear para llegar desde Plaza de España hasta el parque de Conde Duque por esta calle diagonal de aspecto estrecho pero muy transitada que el equipo de gobierno de Ahora Madrid decidió reformar en la legislatura precedente.
Acabadas todas las obras hace unos días, este miércoles han sido revisadas por la delegada del área, Paloma García Romero, acompañada del concejal de Centro, José Fernández y de José Luis Infanzón, director general de Obras. “Se han aumentado las aceras y dado más espacio al peatón sin quitar los coches. La prioridad de la obra era hacer toda esta zona accesible, lo que se puede ver en las escaleras o en los rebajes de los pasos de peatones”, ha explicado la delegada a Somos Malasaña durante el paseo.
La mejora es evidente en todos los tramos de la calle: basta con superponer el estado anterior, con pasos para peatones estrechos y sin árboles, muchos coches aparcados y elevados bordillos, para observar la mejora. Ahora, el arbolado de la calle luce unas pequeñas manzanas que irán a más a medida que medren las plantaciones que han tenido lugar este invierno. “Forman parte de ese plan de nuevo arbolado y nuevas zonas verdes que queremos para toda la ciudad de Madrid”, ha explicado García Romero.
Los espacios más destacados de la reforma son, además del ya citado cruce de Amaniel con Conde Duque, el espacio estancial creado en la intersección de la calle con Bernardo López García, así como el cruce con Noviciado y la plaza de Conde de Toreno.
En el primer espacio, la plazuela en pendiente se ha sustituido por un triángulo con banco corrido, manteniendo los árboles existentes y trasladando el aparcamiento de motos a la acera contraria.
En este punto se ha cambiado totalmente la escalera y rampa de acceso a la calle Cristo, que no cumplía los estándares de accesibilidad. En su lugar se ha colocado una original combinación de rampas y escaleras en las que además se ha escondido un pequeño detalle decorativo en forma de gato, que los paseantes más observadores podrán descubrir al caminar por la zona.
Otro de los espacios antes referidos que han ganado en accesibilidad es el de la plaza Conde de Toreno, con ensanchamiento de aceras, nuevos pasos de cebra para peatones y varias líneas de árboles recién plantados. Todo ello adornado con bancos, aparcabicis y otros elementos de mobiliario urbano que evitan tener que colocar bolardos.
Más reformas de calles en Malasaña
Tanto la delegada de Obras como el concejal de Centro han aprovechado la visita para renovar su compromiso de arreglar otras calles de la zona con bordillos altos y aceras estrechas que necesitan una modernización. “Queremos seguir con este tipo de actuaciones en este barrio” ha explicado García Romero “para mejorar la calidad de vida de los vecinos del centro” y también ejecutar obras para mejorar la accesibilidad en toda la ciudad de Madrid.
José Fernández ha añadido que desde la Junta Municipal del distrito “vamos a trabajar coordinadamente con el área de Obras y Equipamientos y con las inversiones financieramente sostenibles licitaremos este año la reforma de una parte de estas calles”. Además, el concejal de Centro anuncia que el año que viene extenderán “este modelo de Amaniel a otras partes de Malasaña”. Y la delegada avanzó que su área también ejecutará actuaciones similares en la zona de Chueca.
Estas son algunas de las imágenes comparadas de la reforma en Amaniel (clic para ampliar):