La policía detuvo esta semana a un supuesto traficante de oro cuando se encontraba junto a un grupo de cuatro personas, en actitud sospechosa, en la calle Desengaño. Agentes de la Unidad Integral del Distrito Centro Norte les identificaron mientras patrullaban por la zona al advertir que uno de ellos se ponía nervioso a su paso, informa este cuerpo municipal en nota de prensa.
Durante la identificación, dos elementos hicieron levantar aún más las sospechas policiales: el individuo llevaba un reloj de oro de alta gama en su muñeca y 500 € en su cartera, de los que no puso explicar su origen. Por ello y después de la identificación, los agentes siguieron a este individuo sin que lo advirtiera: acabó en un párking público ubicado en la calle Aduana, donde entró en un coche de la marca Nissan.
En ese momento los agentes volvieron a pararlo y a exigirle la documentación en regla del vehículo, cosa que no pudo hacer porque los papeles que allí guardaba pertenecían a otro modelo. Durante la inspección del coche llegó la sorpresa: en el maletero el detenido almacenaba un auténtico laboratorio portátil, aparentemente para fundir oro.
El arrestado contaba con un equipo de soldar (lanza térmica), una bombona de oxigeno, otra de gas butano, moldes para fundir, dos bolsas de reactivos “Borax” y una bolsa con la inscripción “507,8 gramos de peso valor” llena de objetos de oro como anillos, sortijas, alianzas, colgantes, medallas y pulseras, con un valor aproximado en peso para fundir de unos 19.000 €. No contaba con ninguna factura ni justificante de todas estas piezas.
Después de este hallazgo, el hombre fue detenido por un presunto delito contra el patrimonio. Fue trasladado a Comisaría, donde también se llevaron todas las joyas incautadas.