Los cultivadores con poca experiencia o aquellos con zonas muy reducidas donde cultivar, como balcones o ventanas, tienen en las llamadas semillas autoflorecientes la solución ideal para lograr una producción de marihuana con garantías, sin muchos cuidados y que, además, crece rápido, ya que la mayoría de ellas tardan sólo entre 8 y 10 semanas desde su siembra en estar listas para la cosecha.
De tamaño entre pequeño y mediano, bajo el nombre de marihuana autofloreciente se esconde una nueva variedad de esta planta surgida de cruzar tres variedades: rudelarís, sativa e índica. Con lo mejor de cada una de ellas, el resultado son plantas de mayor tamaño, con cogollos más grandes y con un mejor sabor, pero sobre todo es que son plantas que no necesitan de los ciclos habituales de luz para empezar a florecer, algo que harán tras los habituales 18 días de germinación.
Este tipo de semillas, además, resisten bien las plagas de insectos y, gracias a su origen -norte de Asia- aguantan bien el frío, pudiéndose sembrar en cualquier época del año, si bien su producción será menor en invierno, en el caso de que se cultiven en exterior, dado que precisan de alrededor de 10 horas de sol fuerte para producir más.
Hay muchos bancos de semillas autoflorecientes y dentro de los mismos, cantidad de variedades entre las que elegir. También se pueden encontrar semillas baratas a granel, recomendadas por ser variedades ya estabilizadas con un índice alto de germinación, grandes resultados comprobados y precios con bastantes euros de diferencia en comparación con las que cuentan con envases originales.
Ante las lógicas dudas que se nos pueden plantear a la hora de elegir las mejores semillas, lo mejor es dejarse aconsejar por expertos en la materia que, además, suelen proporcionar en sus webs útiles consejos para ayudarnos a tener éxito en nuestra empresa. Un ejemplo, ¿sabías que la capacidad de los tiestos o cubos elegidos en los que plantar las semillas repercute directamente en el tamaño final de la planta? Pues sí, resulta que no será igual una planta cultivada en un cubo de 20 litros, que la que haya crecido en otro con el triple de capacidad.
Sobre la legalidad del cultivo
Si te decides a cultivar marihuana es aconsejable echar un ojo a lo que dice la ley al respecto. Siempre que se realice en lugares privados, fuera de la vista del público y en cantidad destinada al autoconsumo se puede decir que no constituiría un delito hacerlo, si bien tampoco podemos decir con rotundidad que es legal su cultivo. Eso sí, lo que está penado gravemente es el tráfico de marihuana, según el artículo 368 del Código Penal.
La ley se vuelve ambigua a la hora de poder determinar lo que es o no una cantidad para el propio consumo y existe numerosa jurisprudencia que aprovecha cierto vacío legal para avalar ese autoconsumo en caso de denuncia.